Cuando observamos el número de requisitos que se solicitan para optar a algunas ofertas de empleo podemos tener la sensación de que es imposible que un mismo perfil profesional pueda cubrir ese alto número de competencias si además, uno de los requisitos que se especifica es el de no superar los 35 años. La sociedad competitiva en la que vivimos y cada vez más individualista puede llevarnos a la obsesión por querer tener el currículum perfecto. ¿Cómo evitar que este propósito de perfección insana bloquee todo tu potencial?
1. Es muy importante que cada nuevo curso escolar, es decir, cada vez que llega el mes de junio, hagas una lista de retos que has superado a lo largo de los meses previos, aprendizajes que no tenías hace un año y que a día de hoy forman parte de tu trayectoria vital.
2. Cuanto más coherentes sean las distintas iniciativas de formación que emprendes, más opciones tienes de desarrollar un currículum compacto en el que cada curso está en conexión con la línea general de tu trayectoria.
3. No existe una fecha límite para seguir aprendiendo. Son muchas las personas que una vez superados los 40 años deciden volver a la universidad para recuperar el tiempo que no invirtieron en su juventud delante de los libros.
4. El currículum perfecto no se muestra únicamente por los títulos adquiridos sino que las empresas también valoran las habilidades sociales y personales del candidato, si es alguien que destaca por su carisma, si tiene una buena disposición para el trabajo en equipo y tiene un alto grado de motivación.
5. El concepto de currículum perfecto también muestra esa tendencia hacia la comparación que un candidato tiene cuando sabe que compite con otros buenos perfiles profesionales. Enfócate en tus fortalezas, esta es la clave para maximiar todo tu potencial. Pero además, que el contenido de tu currículum no te haga olvidar la importancia del formato en la presentación del mismo.