Hacer prácticas en el extranjero es probablemente una de las experiencias más enriquecedoras se pueden vivir. No solo a nivel profesional, sino también social y personal. Aquí van algunos consejos para prepararse de la mejor manera posible ante una oportunidad tan importante como esta.
Estableciendo prioridades
Existen multitud de programas, públicos y privados, que ofrecen una gran variedad de prácticas en el extranjero. Lo primero que deberíamos hacer es estudiar las opciones disponibles: qué queremos y sobre todo qué no queremos hacer. La mayoría de las veces, las prácticas son el primer contacto con el mundo laboral, por lo que hay que valorar cuidadosamente el camino que vamos a escoger, ya que puede condicionar nuestras decisiones futuras. Una manera útil de hacerlo es respondiéndonos a preguntas como: ¿Hacia qué sectores quiero orientar mi vida profesional? ¿Qué trabajos me gustaría desempeñar y cuáles no? ¿Organismos públicos o privados? ¿Alguna preferencia personal o referencias de conocidos? ¿Las prácticas me ofrecen algún tipo de continuidad?
Eligiendo destino
A lo largo de la duración de las prácticas, nos enfrentamos a un país diferente, con su propia cultura y modos de vida. Hay varios puntos importantes que debemos tener en cuenta para poder encontrarnos cómodos allá donde vayamos.
- Clima. Es un factor muy importante, porque influye directamente en el estado de ánimo. Algunos países son extremadamente fríos o tienen pocas horas de luz, algo para lo que no todo el mundo está preparado. Esto no quiere decir que solo nos planteemos hacer prácticas en el Caribe, pero hay que considerarlo.
- Nivel de vida. El precio de la comida, del alquiler, de los artículos de primera necesidad. La facilidad para encontrar habitación en un piso compartido. Todo ello va a ser importante.
- Comida. Aunque parezca algo secundario, en algunos países se come realmente mal. Cada región del mundo basa su alimentación en unos ingredientes principales, y deben conocerse. Especial atención si se tiene algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria.
- La gente. Facilidad de encontrar a otras personas del país de origen, carácter de los habitantes del lugar al que vamos y posibilidad de moverse y hacer amigos con rapidez. Esto hará nuestra estancia mucho más agradable y convertirá la experiencia en algo mucho más enriquecedor.
La importancia del idioma
Aunque en ocasiones el idioma no es un obstáculo para realizar las prácticas, porque éstas se desempeñan en nuestra lengua materna, no podemos olvidar que nuestra vida no va a tener lugar exclusivamente en el puesto de trabajo. El idioma es fundamental, y si bien se puede sobrevivir hablando inglés, seremos clasificados de forma automática como «extranjeros» y confinados a las zonas en que estos se mueven si no ponemos interés en aprender el idioma oficial que se habla en nuestro destino. Puede que las prácticas no salgan tan bien como pensamos, pero la oportunidad de aprender un nuevo idioma durante algunos meses sería imperdonable dejarla pasar.
Carta de motivación
A estas alturas, nuestro currículo estará quizá bastante vacío, ya que las prácticas son algo que vamos a aprovechar para engrosar el mismo. Una muy buena manera de asegurarse alguna entrevista y tener material para la misma es redactar una carta de motivación. Se trata de un documento breve en el que hacemos una rápida descripción de nosotros mismos y hablamos de por qué hemos elegido el destino para el que nos presentamos. Para ello, tan solo hay que dar forma escrita a las preguntas que nos hemos planteado en los apartados anteriores, dándole siempre un toque de seriedad, pero también de simpatía y naturalidad.
¡Sin miedo!
Vivir en el extranjero es una de las experiencias más increíbles que pueden tenerse. Los que lo prueban, descubren que no pueden dejar de viajar, hacer amigos y disfrutar de este modo de vida. Con las ideas bien puestas y una actitud abierta y favorable, no nos será difícil encontrar gente maravillosa que nos ayudará allá donde estemos y nos abrirán un mundo de posibilidades.