La constancia del estudio es importante en cualquier etapa. Sin embargo, cuando una persona ya ha desconectado del hábito de estudio y vuelve a incorporarse a la vida académica, hace un sobreesfuerzo mayor en la etapa inicial. Experimenta un proceso de adaptación al cambio hasta que se siente perfectamente incorporado al nuevo ritmo. ¿Cómo crear una rutina de estudio después de los 30? En Formación y Estudios te damos 5 consejos para crear una rutina de estudio después de los 30.
1. Tiempo de adaptación
Puedes vivir un tiempo de transición desde el momento en el que decides volver a estudiar hasta que realmente ya te sientes integrado en este nuevo ritmo. Un tiempo de transición que es un margen necesario para adaptarte de manera gradual al nuevo presente.
Pero para que este objetivo sea posible tienes que darte este tiempo sin tirar la toalla antes de haber terminado el proceso de adaptación. Las dificultades estarán allí, forman parte de cada etapa de estudio. Pero puedes perseverar a través de tu constancia. Al empezar a estudiar después de los 30 sales de tu zona de confort previa, pero a través de este tiempo de adaptación asimilas las novedades de la nueva información.
2. Actualiza tu agenda
Desde el momento en el que empiezas a estudiar, se produce un cambio muy importante en tu calendario habitual. No solo por la asistencia a clases o el tiempo destinado a la formación online, sino también por el trabajo propio destinado al estudio, la realización de trabajos y demás tareas.
Por ello, es recomendable que crees un calendario con una programación de tiempo que muestre el esquema actualizado de tu nueva agenda. Esta planificación teórica, luego tiene que llevarse a la práctica. Pero esta base previa puede ayudarte a visualizar este futuro inmediato y esta visualización también refuerza la motivación. Por tanto, desarrolla tu plan de estudios personalizado teniendo en cuenta cuáles son tus circunstancias y el objetivo a alcanzar.
3. Haz de este proyecto una prioridad
Eso no significa que sea tu única prioridad en este momento de tu vida. Pero sí es importante que este propósito de volver a estudiar y el objetivo asociado a esta experiencia tengan este lugar prioritario en tu proyecto de vida a corto y medio plazo.
Por ello, para hacer de este proyecto una prioridad, analiza cuál es tu nivel de compromiso con este propósito. Y, también, qué puedes hacer para incrementarlo. ¿Qué vas a hacer cuando el nivel de motivación inicial cambie en algún momento? Esto es algo que ocurrirá de manera inevitable en algún instante.
4. Lugar de estudio
Puedes elegir más de una zona de estudio. No solo puedes tener un lugar para ocuparte de las tareas en casa en una zona específicamente amueblada para esta labor. También puedes acudir a la biblioteca para continuar estudiando allí en un horario determinado. Combinar ambas zonas de estudio en función de las circunstancias puede ser importante para incrementar la motivación. Por ejemplo, cuando acudes a la biblioteca para estudiar, puedes experimentar el refuerzo que produce el ejemplo de otras personas que también están concentradas en sus asuntos.
5. Comparte tiempo con otros estudiantes
Estar en contacto con otras personas que se encuentran en esta misma etapa puede ser importante para compartir experiencias, duda, apuntes, rutinas y momentos. Por tanto, al volver a estudiar después de los 30 puedes potenciar esta comunicación con otros estudiantes de distintas edades. El aspecto humano también es importante en esta etapa de trabajo en equipo y compañerismo.
En Formación y Estudios hemos compartido contigo estos 5 consejos para crear una rutina de estudio después de los 30 cuando has desconectado del hábito de estudiar. ¿Qué otras recomendaciones te gustaría sumar?