La presentación del currículum puede ayudarte a buscar trabajo. Incluso cuando ya tienes un empleo que te encanta, puedes continuar con este proceso de búsqueda de posibles oportunidades. El currículum debe proyectar el potencial de ese profesional, no solo desde su trayectoria previa, sino también desde la actualidad del presente. Es decir, es importante que un currículum sea un reflejo del poder del ahora. De lo contrario, si los últimos datos añadidos forman parte de un pasado ya lejano en el tiempo, este detalle puede restar calidad a este documento. En Formación y Estudios compartimos cinco objetivos para mejorar el currículum.
1. Cursos de formación
Puedes marcarte el objetivo profesional de realizar un curso de formación especializado que, desde el punto de vista de tu profesión, te permita ampliar tus conocimientos. Puedes consultar distintas propuestas de formación para inscribirte en algún curso que puedas llevar a término. Pero no solo puedes apuntarte a cursos especializados en algún aspecto técnico, sino también en talleres sobre inteligencia emocional. Esta formación también es muy importante en el ámbito profesional.
2. Idiomas
El currículum se compone de distintos apartados que muestran un hilo conductor que presenta de manera ordenada la formación y la expereincia del candidato. Dentro de este apartado de los idiomas, puedes marcarte algún objetivo concreto. Por ejemplo, apuntarte a un curso intensivo, lograr una titulación oficial o aprender un nuevo idioma.
3. Actualizar la presentación del currículum
El contenido del currículum es muy importante. Sin embargo, cuando el responsable de recursos humanos consulta la información del currículum que ha recibido, en esta primera impresión, también es muy importante la imagen visual de este documento. Por ello, en relación con esta cuestión, también puedes marcarte objetivos concretos con los que mejorar el currículum. Por ejemplo, actualizar la presentación o elegir un tipo de formato diferente.
Un cambio en la presentación del formato del currículum también puede tener sentido desde la perspectiva de la propia evolución profesional. La redacción del primer currículum de un candidato que no tiene experiencia laboral contrasta, por ejemplo, con la trayectoria de quien tiene un largo camino profesional en el que ha desarrollado distintos proyectos y ha formado parte de distintas empresas.
4. Personalización
Cada oferta de trabajo es diferente, incluso cuando las ofertas se enmarcan en el mismo sector. Cada oferta corresponde a una empresa que tiene una filosofía propia, los requisitos de acceso también pueden ser diferentes, así como las condiciones del propio empleo.
Por ello, uno de los objetivos de la búsqueda de empleo en relación con el currículum es concretar los detalles de este documento evitando enviar un mismo currículum a todas las ofertas de empleo. Este gesto puede resultar más cómodo, sin embargo, es conveniente personalizar la búsqueda activa de empleo. Para ello, selecciona la información que quieres realzar, teniendo en cuenta el objetivo a alcanzar.
5. Originalidad
Las empresas reciben numerosos currículums no solo cuando comparten la información de una nueva oferta de empleo, sino también cuando muchos profesionales envían su candidatura en cualquier otro momento del año. No es fácil ser original en la redacción y en la presentación del currículum. Pero este objetivo sí es positivo porque permite a su protagonista potenciar su marca personal dentro de un proceso de selección.
Buscar trabajo es una ocupación que requiere disciplina y constancia. Una constancia que puede empezar en el propio proceso de redactar un currículum aplicando a este documento las mejoras necesarias a lo largo del tiempo. Por ello, cada persona puede priorizar una meta propia con la que quiere empezar a mejorar su currículum antes de que termine el año o a comienzos del próximo 2020.