La lectura de información es una constante en la etapa académica. Una lectura a la que también se suma la lectura habitual de novedades a través de Internet. Las vacaciones presentan ante ti el horizonte de un escenario en el que lograr nuevos propósitos y objetivos.
Por ejemplo, puedes encontrar tiempo para realizar tareas para las que no tienes tanto espacio durante el resto del año. ¿Cuáles son las razones para leer algún libro en vacaciones?
1. Leer por placer
Tras un curso de exámenes, pruebas y clases, puedes encontrarte con la lectura de una historia con la motivación única de disfrutar del contenido de esta obra. La lectura te permite continuar aprendiendo y sumando nuevas lecciones a las ya aprendidas durante el curso.
Cada trama contiene ideas, expectativas, mensajes y descubrimiento. El aprendizaje a través de la lectura es inagotable para aquel que tiene curiosidad.
La lectura es un ejemplo de plan de ocio económico y feliz cuando cada lector se concede el tiempo necesario para sentir el flechazo literario. Tal vez no te gusten los libros de una o varias temáticas. Pero a través de los libros también puedes reforzar el autoconocimiento al identificar qué temas te interesan de verdad.
2. Compañía durante un viaje
Las vacaciones de verano también pueden estar asociadas a la planificación de un viaje a un destino en el que vivir unos días de desconexión de la rutina habitual. Un viaje a un destino que está lejos de casa.
O por el contrario, una escapada que forma parte del turismo de proximidad. Un libro es un ejemplo de propuesta que siempre puede ir en tu equipaje. La lectura puede acompañarte allí donde vas. Por ejemplo, puede hacer que el tiempo de duración de un viaje en tren fluya a un ritmo distinto.
Durante parte este viaje puedes experimentar la compañía de los personajes. Mientras que tú estás en ese vagón de tren recorriendo la distancia que te separa del destino, tu mente está allí donde se enfoca tu atención.
3. Viajar con la imaginación
El plan de un viaje puede definir una de las ilusiones del verano pero no es la única idea posible. Otras familias deciden vivir el verano en casa y disfrutar del hogar durante estas fechas de julio y agosto. No existe una única forma de viajar. Los libros te permiten viajar a través de metáforas, imágenes, palabras y argumentos.
En otros casos también puedes viajar a través del tiempo como ocurre con la propuesta de una obra de novela histórica. También puedes descubrir destinos y ciudades a través de guías temáticas.
4. Descanso
Uno de los propósitos estivales es reforzar el descanso después del esfuerzo de los últimos meses. Tras el final de las vacaciones, llega el momento de retomar los compromisos habituales.
El plan de la lectura puede fortalecer este descanso en aquellos días en los que tienes flexibilidad en tu agenda para centrarte en este objetivo.
5. Un plan para todas las edades
Muchas circunstancias pueden ir cambiando a lo largo de tu vida. Pero en todo cambio existe una base que permanece. El argumento de la lectura puede ser un ejemplo de idea creativa que vuelve cada verano con el aliciente de descubrir títulos pendientes o incluso de releer obras que ya forman parte de las memorias de tu vida.
La lectura es un plan que puede acompañarte durante todo el año. Pero en vacaciones también puede cambiar el modo en el que lees. La prisa ya no es una constante o la falta de tiempo una excusa. El libro se convierte entonces en una metáfora del presente.