Existen momentos de estrés, pero no es lógico vivir en un periodo de estrés permanente. Tal vez quieres que los cambios lleguen de forma externa a través de nuevas circunstancias. Sin embargo, los cambios más significativos son aquellos que nacen a nivel interno. En Formación y Estudios compartimos cinco hábitos para reducir el estrés en el trabajo.
1. Puntualidad
La sensación de urgencia y de prisa te acompaña hasta el trabajo cuando caminas deprisa porque se aproxima la hora de entrada y todavía no estás en tu puesto. La puntualidad en el trabajo implica también reorganizar otros horarios. Por ejemplo, tal vez necesites levantarte diez minutos antes para ganar ese margen.
¿Cómo lograr el hábito de la puntualidad en el trabajo? A través del entrenamiento. Una puntualidad que significa más que estar en la hora prevista en el lugar indicado. No solo es importante llegar a la hora sino también sentirte tranquilo. A veces, la dificultad para mantener la puntualidad no solo se contextualiza en el trabajo, sino también en otros momentos. Este cambio de hábitos reduce el estrés y mejora la calidad de vida de quien cumple sus propias expectativas en la gestión del tiempo.
2. Deja un espacio libre en tu agenda
Es positivo utilizar una agenda cuando esta planificación te ayuda a programar los días con realismo. Pero esta planificación debería mantener cierta flexibilidad porque, en caso contrario, cuando este esquema se vuelve rígido produce el efecto opuesto.
Por ejemplo, es recomendable que dejes un espacio vacío en tu agenda. Tal vez surjan imprevistos con los que no contabas y este espacio te aporta la posibilidad de responder para gestionar esa ocupación con más eficacia. Es positivo que visualices un esquema de cómo será tu jornada a través de lo anotado en la agenda, pero también es recomendable que dejes un espacio libre. Porque aunque existe la planificación, la vida no se puede predecir hasta el más mínimo detalle.
3. Haz solo una tarea en cada momento
La eficacia no está en la línea de la multitarea. Al contrario, es mejor hacer una tarea después de otra. De este modo, te concentras realmente en el presente, estás atento a aquello que ocurre en ese instante. Tal no vez no necesites mantener el máximo nivel de concentración para llevar a cabo una tarea determinada, pero la harás mejor si te ocupas de ella y luego continúas con otro asunto.
Hacer más de una tarea al mismo tiempo significa, también, hacer esas rutinas de una forma más superficial.
4. Alimentación consciente durante la hora de la comida
¿En cuántos momentos el tiempo de la comida queda interrumpido por una llamada de teléfono que atiendes al instante? ¿Cuántas veces sigues avanzando en tu ordenador mientras comes deprisa la comida? ¿Cuántas veces picas cualquier producto rápido en un bar sin ni siquiera sentarte en la mesa?
La alimentación consciente es una filosofía muy vinculada al mindfulness. La alimentación consciente pone en valor la importancia de esta experiencia gastronómica. Intenta saborear ese plato y disfrutarlo con pausa.
Disfruta de ese tiempo como un momento para ti.
5. Caminar
El ejercicio de caminar es una actividad recomendada para personas de todas las edades. A veces, un trabajador pasa la mayor parte de la jornada de trabajo manteniendo la misma posición. Por ello, es recomendable que en tu agenda hagas un espacio para caminar. También puedes aprovechar el trayecto hasta el trabajo para caminar entonces.
Por tanto, la puntualidad, dejar un espacio libre en la agenda, hacer solo una tarea en cada momento, la alimentación consciente y caminar son hábitos que potencian el bienestar y reducen el estrés.