La elección de un itinerario formativo depende de muchos factores diferentes. La decisión de estudiar un programa específico está enmarcada en un contexto en el que intervienen diferentes variables. El tiempo es uno de los elementos que está presente en el proceso académico. Ten en cuenta que hace referencia al periodo que necesitas completar para llegar a la meta definitiva. Pues bien, las carreras universitarias cortas son muy demandadas en la actualidad. Pueden interesar a todo tipo de estudiantes.
Pero también ofrecen una puerta para la reinvención profesional. Aquel que se encuentra en un momento en el que quiere buscar empleo en un sector diferente, necesita prepararse para dar el paso. Es decir, el plan de acción requiere de un tiempo de transición que, con frecuencia, está acompañado por el estudio. ¿Qué ventajas ofrecen las carreras universitarias cortas? En Formación y Estudios lo comentamos.
1. Preparación de calidad
El nivel de preparación no está determinado por el tiempo de estudio. La duración del programa se adapta a las características del temario y a las necesidades de los alumnos. Tiene la duración necesaria para que el estudiante desarrolle habilidades, competencias y autoconfianza para trabajar en el sector en el que se ha especializado.
2. Una próxima incorporación al mercado laboral
Cualquier itinerario académico conecta con la expectativa de incrementar el nivel de empleabilidad. De este modo, la titulación realza el valor del currículum vitae del candidato. Una carrera corte reduca el periodo de tiempo que separa el presente del estado deseado: ese en el que el profesional se incorpora a un puesto de empleo.
3. Seguir explorando otras alternativas
Cualquier estudiante tiene la posibilidad de continuar con su formación después de finalizar una titulación. Sin embargo, las circunstancias personales influyen en la decisión final. Y la edad es una de las variables que influye en esta cuestión. Sin embargo, una carrera corta te permite ganar tiempo para lograr otro objetivo académico. Por ejemplo, estudiar un máster, cursar otra carrera o especializarte en tu verdadera vocación. La vida académica es exigente.
El alumno afronta el periodo de exámenes, la realización de trabajos, la asistencia a clase y el cumplimiento de los objetivos académicos. El esfuerzo y la constancia son esenciales durante el proceso. Y, sin embargo, no siempre es fácil mantener un elevado grado de motivación para avanzar hacia el objetivo final. Pero la perspectiva de las dificultades se reduce en el contexto de un proyecto a corto plazo. En ese caso, la persona visualiza en un horizonte próximo la recompensa definitiva al trabajo realizado.
4. Intensidad
La etapa universitaria es una de las más especiales de la vida. La formación y el aprendizaje van más allá del aula. Es un periodo de descubrimiento desde el punto de vista vital. El estudiante hace nuevos amigos, establece contactos que pueden prolongarse en la etapa laboral, asiste a seminarios, congresos y conferencias. Forma parte de las actividades que componen la vida cultural del centro.
Cuando la duración de la carrera se reduce, las experiencias vividas adquieren un mayor nivel de intensidad. El paso del tiempo avanza tan rápido que el estudiante pronto tiene la sensación de encontrarse en la recta final del camino hacia la meta. Y, por ello, quiere aprovechar aquellos recursos y oportunidades que le ofrece el presente.
5. Título oficial
En un menor periodo de tiempo que el requerido para estudiar una carrera larga, el estudiante obtiene un título oficial que es reconocido por el mercado laboral.
Por tanto, las ventajas de las carreras universitarias cortas son especialmente positivas para aquellos que quieren incorporarse cuanto antes al mercado laboral. Y, también, para quienes desean estudiar otra carrera en el futuro.