Existen algunas profesiones que adquieren una mayor visibilidad durante las vacaciones de verano. La estacionalidad también está presente en el ámbito del empleo. Por ello, quienes buscan un trabajo para desarrollar una actividad durante el verano se centran, principalmente, en aquellos puestos de empleo que son más demandados durante los meses de julio, agosto y septiembre. En la época de vacaciones crecen los viajes y los desplazamientos. Y el turismo cultural, en diferentes puntos de la geografía, despierta el interés de las familias. Pues bien, la labor del guía turístico es esencial. ¿Qué ventajas aporta el trabajo como guía turístico?
1. Estar en contacto con la historia, el arte, la cultura y la belleza
El trabajo como guía turístico es muy enriquecedor desde el punto de vista humano. El profesional posee un conocimiento que está directamente vinculado con la historia, el arte, la cultura y el humanismo. En definitiva, permanece en contacto con la belleza. Una belleza que se percibe a través de la admiración y la contemplación. Es decir, desarrolla una mirada que se aleja de un ingrediente habitual en el estilo de vida moderno: la prisa.
2. Conoce gente nueva con la que comparte un conocimiento valioso
Un guía turístico comparte con otras personas información de interés sobre monumentos, espacios y lugares. Proporciona datos que pueden pasar desapercibos para quienes conocen un escenario por primera vez o lo redescubren en más detalle a través del acompañamiento profesional de un experto que transmite su interés por la arquitectura, la pintura, la escultura…
Es un trabajo dinámico puesto que la rutina se enriquece por medio del contacto y la conversación con personas que proceden de distintos lugares. Ten en cuenta que es un trabajo que te permite viajar mientras trabajas. Por ello, es una propuesta que se alinea especialmente con los intereses de quienes sueñan con un oficio que no está completamente condicionado por una rutina previsible en la oficina.
3. Ampliación constante del conocimiento
Una persona que trabaja como guía turístico posee una formación especializada que le capacita para el desempeño de su labor. Actualmente, cualquier profesional debe actualizar sus conocimientos y su preparación para evolucionar en el sector en el que trabaja. Y esta ampliación del conocimiento también se percibe en el perfil de un guía turístico que puede afrontar nuevos retos profesionales, descubrir lugares con encanto o profundizar todavía más en la historia de edificios, pueblos y ciudades. Además, el guía turístico también necesita actualizar su formación porque, actualmente, las nuevas tecnologías aportan nuevas experiencias relacionadas con la vida cultural y los viajes.
4. Aporta competencias clave para trabajar en otros sectores
Un guía turístico puede trabajar de forma permanente en una profesión con futuro. Pero quizá en algún instante evolucione hacia una dirección distinta. Sin embargo, su experiencia en el puesto de empleo le ayuda a desarrollar habilidades que son valiosas en el desempeño de otras responsabilidades. Por ejemplo, el guía turístico destaca por su capacidad para hablar en público. Además, es un profesional que domina varios idiomas (se comunica fácilmente a través del lenguaje verbal y la escritura).
5. Posibilidad de ocupar un puesto con un buen sueldo
El trabajo como guía turístico ofrece una gran proyección de desarrollo profesional puesto que es muy demandado en todo tipo de destinos (no solo en aquellos que posicionan su nombre en la lista de los lugares más visitados). En muchos lugares hay visitas guiadas para grupos que quieren conocer en detalle la historia y la belleza de un edificio emblemático.
En consecuencia, ten en cuenta que el guía turístico está presente en algunos de los instantes más felices de la vida de las personas.