Son muchos los niños, adolescentes y adultos que deben estudiar en verano. Los exámenes en septiembre no son una cosa del pasado, sino que están muy presentes en la actualidad. Si tienes que estudiar en verano quizá pienses que puede ser toda una misión imposible, pero nada más lejos de la realidad, si realmente quieres tener buenas notas en tus exámenes de septiembre, entonces deberás conocer algunas claves que te ayudarán en tus resultados.
Es importante recordar en primer lugar que estudiar horas y horas estando encerrado/a en una habitación durante los 3 meses del verano, no es la solución. A veces estudiar más no es la solución, lo que realmente es necesario es que el tiempo de estudio que dedicas sea de calidad, sin descuidar en ningún momento tu confort emocional y sobre todo, tu descanso.
El calor del verano, el desorden de las comidas, los posibles problemas o conflictos que surgen en verano… Todo puede desencadenar que tu concentración no sea la mejor durante el período estival. Pero esto no debe amedrentar tus resultados en los exámenes de septiembre, puedes conseguir que las cosas vayan bien… Solo necesitas voluntad para estudiar sin sacrificar tu descanso ni tu entretenimiento.
Claves para estudiar durante el verano
Ten una buena planificación
Lo primero que debes tener en cuenta es que debes planificar y organizar tu tiempo adecuadamente. Es fundamental que aunque tengas momentos de descanso, también comiences con la organización y saber cuáles son las prioridades de estudio durante el verano. Fija unos objetivos para saber qué debes conseguir durante las semanas estivales, establece un horario que aunque sea flexible, te ayude a tener una estructura diaria de lo que debes hacer. Tu calendario de estudio debe ser realista a lo que podrás realizar.
Un lugar de estudio adecuado
Tu lugar de estudio durante el verano es muy importante. No intentes estudiar en la playa o mientras estás en una barbacoa porque no disfrutarás de una cosa ni tampoco sacarás provecho de la otra. Divide el tiempo de ocio y de estudio y no mezcles los lugares.
En este sentido, busca un lugar de estudio que sea adecuado para ti. Por ejemplo, una habitación de estudio bien ventilada y con una temperatura óptima, la biblioteca de tu barrio… Busca un lugar que te permita silencio y concentración, pero sobre todo, que te permita separar los tiempo de descanso con los de estudios. Recuerda: no mezcles ocio con estudio.
Además, es importante que ese lugar tenga suficiente luz y una temperatura adecuada, solo así podrás concentrarte en el estudio. Evita las distracciones, no serán una buena compañía para ti.
Combate el calor
El calor puede ser un contra bastante complicado de superar, pero es necesario que tengas algunas herramientas bajo tu manga para que el calor no sea un problema demasiado grave para ti durante tu estudio estival. El calor puede hacer que te sientas demasiado cansado/a y para contrarrestar esos efectos es necesario que abras bien las ventanas del lugar de estudio por la mañana, que no te dé el sol directamente, que puedas disfrutar de un ventilador o aire acondicionado y sobre todo, que tengas todo bien ordenado. El desorden hará que tengas aún una mayor sensación de calor.
Estudio y descanso
No quieras estar estudiando todos los días a todas horas y sacrificar tu descanso. Tu cerebro se sobrecargará y solo estarás perdiendo el tiempo. Con tu planificación también deberás tener tiempo para disfrutar del verano y de actividades de entretenimiento, además, ¡es necesario para ti y para tu cerebro! Con una buena planificación, fuerza de voluntad y una organización rigurosa, podrás disfrutar de actividades estivales que te gusten y después, tener la suficiente responsabilidad como para poder estudiar. Tendrás las pilas recargadas y será más fácil estudiar.
Buena alimentación y descanso
La alimentación y el descanso también es imprescindible para todas las personas, y aún más si tienes que estudiar y mantener un nivel de energía óptimo. Cuida tu alimentación con alimentos saludables, evita las comidas demasiado azucaradas o la comida rápida que solo harán que te sientas más cansado/a. Además, no puedes olvidar que deberás dormir un mínimo de 7 u 8 horas para poder rendir bien y mejor si tienes un horario regular de irte a la cama y levantarte por las mañanas.