Es posible analizar un texto haciendo referencia a su contenido. De este modo, podemos observar diferentes recursos literarios y un estilo propio. Sin embargo, la escritura adquiere forma en obras que también destacan por su presentación visual. Una presentación cuidada no es secundaria, ten en cuenta que la imagen ordenada de un texto facilita el proceso de lectura. ¿Qué partes componen el contenido? A continuación, presentamos algunos de los elementos más relevantes.
Índice
1. El título
Ofrece una información clave sobre el desarrollo del tema que presenta. Es decir, contiene el núcleo central. El título, en sí mismo, causa una primera impresión. Por ejemplo, una propuesta sugerente, escrita a modo de pregunta, apela de forma directa al lector. En consecuencia, despierta su interés y su curiosidad. El título, generalmente, es breve. En ocasiones, presenta una información complementaria por medio de un subtítulo que sirve para clarificar todavía más el tema. Conviene puntualizar que, en ocasiones, el texto también está dividido en varios apartados con encabezados diferentes.
2. La introducción del tema principal
Sin duda, esta es otra de las partes más importantes de un texto. Se enmarca al inicio del artículo. Está en conexión directa con el desarrollo del tema central. De hecho, los datos que se sitúan en dicho apartado son esenciales para contextualizar la cuestión principal. Al igual que el propio título, es esencial para despertar el interés del lector. De lo contrario, no continúa con el proceso de la lectura.
3. Párrafos
Un texto está organizado en varios párrafos que pueden ser breves o extensos. Es un tipo de estructura que resulta muy positiva para dar un orden visual al contenido. A su vez, cada uno de los párrafos contiene una idea principal. Una tesis central que está reforzada con la argumentación de varias ideas secundarias. Por tanto, puedes profundizar en la estructura externa de un párrafo haciendo referencia a los ingredientes que lo componen. ¿Cuántas líneas tiene un apartado? ¿Y cuál es su formato? Por ejemplo, quizá se integre dentro de una enumeración que acompaña a un orden de pasos. ¿Y cuál es la extensión de las frases?
4. Desarrollo
Previamente, hemos comentado que el texto se estructura en varios párrafos. A su vez, esta composición está presente en los diferentes apartados de la obra: introducción, desarrollo y desenlace. ¿Y cuál es la esencia del desarrollo? Pues bien, es allí donde se sitúa el núcleo del tema central, es decir, contiene los datos clave y la información más relevante.
5. Conclusión
La experiencia de la lectura se enriquece con la atención pausada hacia cada una de las partes de un texto. La conclusión ocupa un espacio muy especial en el escrito: se sitúa al final del mismo. Por ello, sintetiza el tema tratado por medio de la realización de un pequeño resumen o una última reflexión que deja una huella en el lector. Todas las partes están perfectamente conectadas puesto que giran en torno a un mismo hilo conductor. Sin embargo, el desenlace puede ser clave para recordar alguna idea importante.
Por tanto, la estructura externa de un texto se percibe directamente en una primera aproximación a la obra. No es necesario realizar múltiples relecturas para extraer un primer esquema que representa el hilo conductor que da forma a la obra. A su vez, si el texto es parte de un libro, se integra en un capítulo. Conviene puntualizar que la estructura externa e interna están directamente relacionadas. La primera influye en el nivel de claridad del tema analizado. Por otra parte, produce una primera impresión que puede ser determinante en la decisión de continuar con la lectura hasta el final.
Sé el primero en comentar