He decidido escribir este artículo porque antes, ya no tanto, era de las que se ponía tan nerviosa cuando tenía que hablar en público que hasta tartamudeé en más de una ocasión. Estos consejos que os ofrezco para que aprendáis a cómo calmar los nervios ante un discurso os servirá para aquellas presentaciones y exposiciones orales que tenéis que hacer en el instituto o universidad, si tenéis que explicaros sobre algo a la hora de enfrentaros a una entrevista laboral o si estáis opositando y una de esas pruebas es un discurso frente al jurado que os puntuará.
Cómo prever ese «miedo escénico»
Es la hora. Te han nombrado y debes salir al centro del aula o salón de actos a exponer tu trabajo. Ese trabajo al que has dedicado horas, días y hasta noches de desvelo… Te lo sabes genial, tienes controlado el temario punto por punto, pero de repente, empiezas a pensar que te vas a quedar en blanco.
«Si me quedo en blanco, ¿que digo? Se me va a notar y van a pensar que no he estudiado nada… Empiezo a sudar, las manos están húmedas y frías… Sin embargo, mi cara parece que va a explotar de un momento a otro… Siento calor… Y noto como si el corazón se fuese a salir del pecho…».
Esta suele ser la secuencia habitual por la que pasa una persona que tiene pánico a hablar en público. Como veis, no es nada agradable. Si estás en esta situación, presta atención a los siguientes consejos. Te serán de gran ayuda:
- Practica tu presentación con gente a tu alrededor: Pídeles a tus padres, hermanos, amigos, que se sienten un momento frente a ti y que te escuchen. Practica con ellos esa presentación que tienes que exponer en los próximos días. A continuación, una vez acabes, pídeles que te sean sinceros y que te digan cómo se te ha visto: tranquilo, nervioso, acelerado, pausado, etc… Así podrás corregir el ritmo de presentación y controlar el tiempo.
- El día de tu presentación ve bien vestido pero que tu ropa sea cómoda: que no sea demasiado ajustada, que no estés ni demasiado abrigado ni demasiado destapado, que te permita gesticular y moverte por el salón con total libertad.
- Visualiza en positivo: ¡Esto es lo más importante! No puedes ir a esa presentación pensando ya que te vas a poner nervioso y que por consiguiente te va a salir mal. Si vas con esa mentalidad, seguramente te salga mal. Debes visualizar que estarás tranquilo y sosegado, que sabrás controlar tu respiración y mantener la calma si en algún momento del discurso te quedas en blanco…
- Tila o valeriana natural: Si eres de ponerte muy nervioso, tomarte una tisana o valeriana natural una media hora antes te ayudará a calmar esos nervios. Tranquilo, ¡no te dormirás! Simplemente irás algo más relajado.
- Mira directamente a los ojos: La mejor manera para no ponerse nervioso es mirar directamente a los ojos de las personas que te están escuchando. No dejes que te influya para mal su presencia, gánate a la audiencia con alguna broma previa que relaje el ambiente y lo demás será pan comido.
¡Mucha suerte!