Existen diferentes aprendizajes matemáticos que adquieren una especial relevancia en la comprensión infantil. Y los números también están constantemente presentes en la realidad. Por ello, es importante trasladar el conocimiento adquirido a través de sumas, restas, divisiones y multiplicaciones a situaciones específicas de la vida cotidiana. Los alumnos aprenden a dividir por dos cifras en el colegio. Por ello, es importante confiar en la labor del profesor y en su propia evolución académica. Sin embargo, existen otras medidas que es posible valorar.
Índice
- 1 1. Refuerzo escolar: clases particulares de matemáticas para dividir por dos cifras
- 2 2. Material educativo especializado para enseñar a dividir por dos cifras
- 3 3. Poner en relación las divisiones con las multiplicaciones
- 4 4. El poder de la repetición
- 5 5. Refuerzo positivo: clave para nutrir la autoestima del alumno
1. Refuerzo escolar: clases particulares de matemáticas para dividir por dos cifras
Las clases particulares se convierten en un recurso de apoyo habitual en distintos niveles académicos. Actualmente, hay una extensa oferta de profesionales formados y cualificados que comparten sus conocimientos en academias y clases a domicilio. Las sesiones se imparten en grupos reducidos o de forma individual. En ambos casos, se produce un buen aprovechamiento del tiempo durante un horario de clases que pone el foco en objetivos específicos como, por ejemplo, hacer divisiones de dos cifras a través de ejercicios similares en los que el alumno comprende la esencia del proceso.
2. Material educativo especializado para enseñar a dividir por dos cifras
El proceso de aprendizaje también se fortalece con la referencia de ejercicios prácticos y adaptados al nivel educativo del alumno. Existen diferentes materiales de calidad. A este respecto, Cuadernos Rubio presenta un extenso catálogo de recursos para niños de todas las edades con propuestas de distintas temáticas: escritura, lengua, idiomas, vacaciones, competencias clave y, también, matemáticas. Es solo una propuesta educativa, puesto que existen otros materiales que puedes encontrar a través de Internet y en editoriales especializadas.
3. Poner en relación las divisiones con las multiplicaciones
Hay diferentes aprendizajes que pueden ponerse en conexión en el contexto de una división de dos cifras. Por ejemplo, es importante que el niño tenga una buena base para la resolución de multiplicaciones. Actualmente, los alumnos disponen de distintas herramientas para realizar de forma automática cualquier cálculo.
Sin embargo, es esencial evitar el uso de la calculadora o de cualquier otro medio similar. Por tanto, es importante repasar las tablas de multiplicar. En una división de dos cifras, como hemos comentado, el proceso también pone el acento en la multiplicación. Pues bien, a su vez, la multiplicación también está en conexión con la suma.
4. El poder de la repetición
Existe un factor clave en el aprendizaje que desvela las claves de distintos ejercicios matemáticos: la repetición. De este modo, el alumno obtiene un esquema de referencia que puede aplicar a diferentes ejemplos de divisiones de dos cifras. Por esta razón, es importante que el niño realice distintos ejercicios y tenga la oportunidad de identificar qué errores comete con más frecuencia, cuál es la causa de esos fallos y cómo puede modificarlos. Es importante que el alumno diferencie cada uno de los apartados de la división y la forma en la que se relacionan entre sí.
5. Refuerzo positivo: clave para nutrir la autoestima del alumno
La forma en la que un alumno afronta una división de dos números influye en cómo percibe su propia capacidad para resolver el ejercicio. En ocasiones, las matemáticas se afrontan desde emociones desagradables cuando se perciben como aburridas, excesivamente difíciles o muy complejas. Por el contrario, cuando el estudiante recibe el refuerzo positivo del reconocimiento externo y el acompañamiento, afronta el proceso con una autoestima más fuerte. Por ello, es importante que el docente en la escuela, el profesor particular o los padres aporten un buen refuerzo externo a través del reconocimiento y la motivación.
En última instancia, aprender a dividir por dos cifras resulta más sencillo cuando se percibe como un juego divertido.