La gestión del tiempo interviene en las experiencias vitales, ya que es importante organizar la jornada de acuerdo a un orden de prioridades. Una de las causas de frustración en el estudio es haber dedicado mucho tiempo a un fin específico, y no haber logrado el objetivo deseado. Estudiar más rápido no implica llevar a cabo esta labor sin esfuerzo, ya que eso es imposible. Además, también es importante poner el punto de atención en el largo plazo.
La planificación de un próximo examen, por ejemplo, debe abordarse con tiempo de anticipación. ¿Cómo estudiar más rápido, en definitiva, como mejorar en este proceso de aprendizaje? En Formación y Estudios te damos cuatro consejos básicos.
Elimina todas las distracciones
Con frecuencia, las distracciones surgen con excusas que te cuentas a ti mismo. Por ejemplo, quedar para repasar con un amigo en la biblioteca no siempre es una buena idea. A veces, esa compañía agradable se convierte en un estímulo para mantener conversaciones que no tienen nada que ver con el tema del libro. Del mismo modo, cuando estudias en tu escritorio, tampoco necesitas tener cerca tu teléfono móvil.
Y si alguien te llama en ese momento, recuerda que su mensaje puede esperar. En definitiva, anticipa las posibles distracciones que te alejan de tu objetivo final. Y actúa de forma anticipada para evitar ese tipo de dificultad.
Utiliza técnicas de estudio
Las técnicas de estudio son esenciales para simplificar el proceso de aprendizaje. Existen propuestas que son muy prácticas por su formato visual: las tarjetas didácticas o flashcards. Estos medios se utilizan en cualquier asignatura. El formato de esta tarjeta te permite introducir un tema en uno de los lados al añadir el nombre de un concepto o de una cuestión, y desarrollar más en detalle ese asunto en la parte posterior.
Pero la lista de técnicas de estudio va más allá de esta propuesta: el subrayado, los esquemas, las listas, la lectura en voz alta, los mapas conceptuales, las reglas nemotécnicas, la asociación de ideas y los juegos de palabras, también pueden ayudarte en esta experiencia. Pero lo verdaderamente importante es que utilices aquellos medios que te resulten más prácticos a ti.
Espacio de estudio ordenado
Algunas de las interrupciones que se producen en este contexto están causadas por un entorno que transmite cierta sensación de caos. En ese caso, tardas más tiempo del necesario en encontrar el material que necesitas para estudiar o, también, te sientes incómodo en ese lugar. El desorden no solo puede describir el estado de una habitación, sino también, los propios apuntes. En ese caso, será necesario realizar una revisión de ese borrador inicial para dar una mayor claridad al texto escrito.
Elige un lugar silencioso, práctico y agradable para estudiar. Y, además, adopta una postura cómoda. Realiza breves descansos en tus jornadas de estudio. Aprovecha bien el tiempo porque esta es una de las formas más efectivas para estudiar más rápido.
Conecta con tu motivación
La motivación que un alumno tiene al inicio del curso no tiene por qué ser idéntica a aquella que experimenta en etapas posteriores. Pero no conviene dejar que la motivación quede condicionada por los factores externos. Es importante alimentar este ingrediente de forma consciente. Para ello, recuerda cuál es la razón de tu esfuerzo en este momento. Las afirmaciones positivas pueden ayudarte a alimentar tu motivación. Dichas afirmaciones son mensajes que te repites de manera habitual.
Diseña un plan de estudio para tener una organización. De este modo, al evitar los cambios que produce la improvisación constante, consigues el propósito de estudiar más rápido. ¿Qué otros consejos quieres recomendar a otros alumnos?