La realización de un análisis sintáctico no solo puede potenciar la comprensión lectora en torno a un texto. También es clave para clarificar el ejercicio de la escritura académica o creativa. Dicho análisis pone el acento en la estructura de las oraciones y en la función que desempeña cada término en el contexto de una frase. A continuación, te damos algunas indicaciones para completar la tarea con éxito.
1. Cómo saber si una oración es simple o compuesta
Es habitual que en un texto desarrollado haya varias oraciones compuestas. Aquellas frases que exponen una detallada argumentación son un ejemplo de ello. Por su parte, las oraciones simples tienen una organización más sencilla y son más breves. Estas últimas destacan por una característica principal: solo tienen un verbo.
Por el contrario, las oraciones compuestas no muestran una única acción, sino que suman varios verbos diferentes. Por ello, puedes subrayar esta información para identificar el tipo de frase. Recuerda que el verbo ocupa una posición principal en el predicado. Es decir, desempeña la función de núcleo. Pues bien, una oración compuesta, que presenta más de un verbo, también tiene más de un predicado.
2. Identifica el sujeto
¿Quién realiza la acción que se enmarca en el predicado? La pregunta en torno al quién, es esencial para clarificar la respuesta. Conviene puntualizar que este dato concuerda con la forma en la que está formulado el verbo: primera, segunda o tercera persona del singular o del plural. Es probable que la oración aporte más detalles significativos, sin embargo, la suma de sujeto y el verbo representa el esquema del mensaje. Proporciona los datos principales.
Lee la oración en varias ocasiones, incluso antes de empezar a realizar el ejercicio. Y repasa el contenido para reforzar la comprensión lectora y clarificar cualquier duda. Conviene puntualizar que, en ocasiones, el sujeto está omitido. Es un dato que puedes observar en muchas frases que están formuladas en primera persona.
3. Identifica los complementos del predicado
El núcleo del sujeto y el predicado destacan los datos más relevantes de una oración. Sin embargo, también pueden estar acompañados por otras palabras que cumplen diferentes funciones. Por ejemplo, lee en varias ocasiones el predicado. Profundiza en su estructura, en las palabras que lo componen y en el papel que desempeñan en el texto. Identifica el objeto directo de la oración. Puedes descubrirlo por medio de su relación con el verbo. Previamente, hemos recordado que el sujeto es el que realiza la acción descrita en el predicado.
Pues bien, el objeto directo, por su parte, recibe el efecto de dicha acción. Mientras que, para clarificar el sujeto, puedes buscar la respuesta a la pregunta en torno a quién o quiénes realizan la acción principal, el objeto directo se resuelve por medio del interrogante que comienza con el término qué. Además de ello, el objeto directo puede convertirse en el sujeto de la oración inicial tras reformular su estructura con la voz pasiva.
Continuando con el desarrollo del análisis sintáctico de una oración, puede ocurrir que la frase tenga un objeto indirecto. ¿Cómo reconocerlo y diferenciarlo de otras palabras que cumplen con funciones diferentes? Sigue centrado en el núcleo del predicado, es decir, pon el acento en el verbo. El objeto indirecto señala a quién se dirige la acción. Y el destinatario, que se convierte en el beneficiario, suele estar precedido por la preposición a o para.
Por tanto, si quieres completar el análisis sintáctico de un texto, comienza por aquellas frases que te resulten más sencillas. Ten en cuenta que es un proceso esencial para mejorar la claridad, la estructuración de las ideas, el orden y la expresión.