Existen distintos recursos que puedes utilizar con un fin práctico en el proceso de estudiar un próximo examen. Las tarjetas educativas son un ejemplo de medio muy útil. Estas tarjetas son claves no solo durante el estudio sino también durante el repaso. En uno de los lados consta una pregunta. Y en la parte posterior de dicho formato, está desarrollada la respuesta. Por tanto, esta herramienta te ayuda a potenciar tu propia implicación en el estudio, ya que tú mismo te ocupas de diseñar esta información.
Tarjetas visuales para estudiar
Lo más importante es que tengas en cuenta que dichas tarjetas son un medio práctico. Pero para que sean verdaderamente útiles, debes recordar cuál es el motivo por el que las utilizas. Es decir, establece cuál es la meta durante el estudio con este tipo de material.
Al igual que en clase elaboras tus propios apuntes y estudias a partir de esas anotaciones, es importante que tus tarjetas sean el reflejo de tu esencia personal. Es decir, es conveniente que tengas tu propio material para estudiar, aunque puedas inspirarte en el ejemplo de otro compañero que utiliza este recurso académico.
Qué material utilizar para crear una tarjeta educativa
El formato de este tipo de tarjeta puede ser de distinto tipo. Utiliza medios digitales para dar este soporte a tus tarjetas si quieres estudiar online. Pero también puedes elaborar esta propuesta con recursos tradicionales como el papel o la cartulina.
En una imprenta tendrás la posibilidad de comprar cartulinas en tonos distintos o seleccionar un color que te encanta. Los pequeños detalles pueden marcar la diferencia en el estudio. Y la integración es esta técnica produce resultados muy positivos.
Como hemos comentado previamente, este tipo de tarjeta une dos cuestiones tan importantes como la pregunta y la respuesta al contener a ambos lados este conjunto de datos. La superficie de la respuesta está destinada a anotar algunos conceptos clave e ideas principales.
Además de escribir con palabras el contenido de esa respuesta, existen otros recursos visuales que te ayudarán a potenciar tu concentración. Por ejemplo, personaliza este contenido con dibujos que tengan un significado claro para ti.
Tamaño de la tarjeta
Es importante que el tamaño de la tarjeta esté en relación con la información que deseas aportar. De lo contrario, si escribes muchas frases en un mínimo espacio, eso generará caos y desorden. Además, guarda tus tarjetas siempre en el mismo sitio para evitar perderlas o no recordar dónde se encuentran. Por el contrario, si prefieres estudiar con recursos online, existen programas que facilitan esta experiencia.
Canva es un ejemplo de ello, descubre todas sus posibilidades a través de este sitio online. Allí tendrás la posibilidad de diseñar postales educativas. Selecciona una plantilla entre los múltiples ejemplos de referencias disponibles que han sido diseñadas por expertos. O, por el contrario, crea tu propia tarjeta desde cero. Después, incorpora la información que desees añadir en relación con el tema central.
Finalmente, utiliza distintos recursos a tu alcance para personalizar el estudio. Por ejemplo, utiliza distintos tipos de tipografía con un criterio concreto. Usa estas tarjetas como una fuente de apoyo, es decir, como un medio complementario a otros recursos básicos: el subrayado, la realización de esquemas o la lectura en voz alta también puede ayudarte.
Contenido complejo
No se trata de que apliques esta metodología a todo el contenido del temario, el procedimiento sería interminable en ese caso. Sin embargo, este proceso es especialmente práctico para incrementar la comprensión de conceptos que te resultan más difíciles por algún motivo. De este modo, puedes poner el acento en esas cuestiones para estudiarlas mejor.