El desarrollo de la inteligencia artificial plantea muchas preguntas puesto que únicamente aquellos que son expertos en la materia tienen las competencias clave para responder a cuestiones relevantes sobre un tema que también genera incertidumbre. Hay que tener en cuenta que puede transformar distintos sectores. Es decir, puede aplicarse en ámbitos tan diversos como la medicina, la empresa, el comercio electrónico y, por supuesto, la enseñanza. La inteligencia artificial recrea una capacidad humana. De este modo, ofrece recursos y herramientas que pueden alinearse con el aprendizaje y el descubrimiento.
La aplicación de la tecnología al campo de la enseñanza fomenta el desarrollo de competencias digitales. La tecnología ofrece nuevas posibilidades de formación a través de cursos que se imparten de forma online y, también, mediante metodologías innovadoras como el aula invertida. Pues bien, la inteligencia artificial también se desarrolla a través de la informática. ¿Cómo puede utilizarse para mejorar la calidad de la enseñanza en el contexto actual? A continuación, exploramos diferentes alternativas.
1. Profesores y educadores que actualizan su formación continua
La labor del docente suele ser profundamente vocacional al inicio de su carrera. Es decir, muchos profesores son referentes para los alumnos. Personas que inspiran y dejan huella por medio de sus palabras y ejemplo profesional. Sin embargo, el reto de ser un buen maestro también implica estar inmerso en un proceso de actualización continua. Los profesionales que tienen una extensa trayectoria pueden poner en perspectiva cómo ha cambiado el sector de la educación durante los últimos quince años, por ejemplo. Y es importante seguir estudiando y adquiriendo nuevas ideas para evitar el estancamiento. Existen distintos tipos de inteligencia que aportan una visión integral sobre la enseñanza en la actualidad. Por ejemplo, la inteligencia emocional es muy importante en el ámbito educativo como factor clave para mejorar la convivencia, alimentar el bienestar, educar en valores humanos y prevenir el acoso escolar.
Por su parte, los docentes también pueden mejorar la calidad de la enseñanza al aprender a utilizar diferentes herramientas de inteligencia artificial. Un reto que implica salir de la zona de confort y experimentar con nuevos recursos.
2. Fomentar la investigación en torno a la inteligencia artificial
Las universidades fomentan la investigación y la innovación. Cada año, nuevos estudiantes de Doctorado comienzan una etapa que finaliza con la defensa de un proyecto de investigación. La elección del tema de estudio es importante porque puede hacer que un profesional se convierta en experto en un área que tiene una proyección relevante en la sociedad.
¿Cómo se puede utilizar la inteligencia artificial para mejorar la calidad de la educación? La respuesta está directamente vinculada a la investigación. Una investigación que permite identificar las respuestas y descubrir diferentes formas de aplicar este concepto a la enseñanza. Es decir, es un campo que ofrece diferentes vías de investigación.
3. Inteligencia artificial y su relación con el marketing educativo
El marketing no solo aporta medios de promoción eficaz para negocios, tiendas y empresas. Colegios, escuelas y centros de formación también desean compartir la historia, la filosofía y los valores del centro con potenciales alumnos. Pues bien, la inteligencia artificial puede alinearse con el marketing educativo. Es importante que una institución se comprometa con la formación integral de los estudiantes. A su vez, puede mostrar su excelencia educativa a través del marketing (como herramienta de comunicación clave para atraer el talento).
Por tanto, la inteligencia artificial puede utilizarse en sectores tan importantes como la educación para mejorar la calidad de los procesos de aprendizaje y enseñanza. La investigación es clave en este contexto para que los nuevos recursos se apliquen con una perspectiva positiva, creativa y humanista.