Las pruebas y los exámenes que resultan más exigentes en la vida académica, deben planificarse con especial atención. Y el MIR es un posible ejemplo de ello. Recientemente, explicamos en Formación y Estudios cuánto tiempo se estudia la carrera de medicina. Sin embargo, como ya indicamos, existen diferentes pasos que la persona lleva a cabo hasta lograr el objetivo final de trabajar como médico.
1. Largas jornadas de estudio: integra pequeños espacios de descanso
La preparación del proceso es muy exigente, por ello, quienes se preparan para la prueba afrontan largas jornadas de estudio que pueden alcanzar incluso las 8 horas diarias. En definitiva, la organización del calendario muestra el nivel de compromiso que el profesional tiene con la meta que quiere lograr. Más allá del esfuerzo, la dedicación, la concentración y el repaso, es importante que encuentres pequeños espacios para desconectar de una rutina tan exigente.
2. Habla con otras personas que se encuentren en una misma etapa (o que la han vivido anteriormente)
Cualquier reto exigente puede producir momentos de soledad, confusión y dudas. Sin embargo, la percepción del esfuerzo realizado cambia cuando tienes en cuenta cuál es tu propósito profesional. Es decir, conecta con tu vocación como médico y con la especialidad que quieres llevar a cabo. Visualízate realizando en un futuro ese trabajo para el que te estás preparando con tanta dedicación. Por otra parte, las conversaciones con otras personas que se encuentran en una fase similar o que completaron este camino en el pasado, pueden ayudarte a poner en perspectiva las dificultades y oportunidades del plan de acción.
3. Mantén un diálogo interior positivo para preparar el examen con autoconfianza
¿Cómo alimentar la motivación interna durante la preparación de la prueba? Existen distintos recursos que puedes integrar en el plan de acción para mantenerte motivado. Por ejemplo, los espacios de descanso producen la agradable sensación de un premio que puedes anticipar mientras te sumerges en el esfuerzo de las horas de estudio. Del mismo modo, un diálogo interior positivo es clave para afrontar las dificultades, superar bloqueos, alimentar el bienestar emocional y fortalecer la resiliencia. Pero la verdadera preparación reside en la implicación personal.
4. Academia para preparar el MIR: compara diferentes alternativas
Si ese momento está próximo en tu vida académica, existen diferentes recursos que puedes integrar en el proceso. Por ejemplo, un calendario con una excelente programación del tiempo y las técnicas de estudio. Pero también puedes hacer una comparativa entre distintas academias para prepararte para las pruebas. En esta comparativa puedes tener en cuenta varios factores como la metodología, los años de experiencia o el precio. Contar con el apoyo y el asesoramiento de una academia especializada es clave para el estudiante.
5. Realización de simulacros: un ejercicio esencial para adquirir un entrenamiento práctico
Hacer simulacros de examen es un consejo que puede aplicarse a la preparación de diferentes procesos de oposición y, también, al MIR. De hecho, es muy recomendable entrenar las habilidades esenciales para afrontar el examen por medio de la realización de diferentes pruebas que se desarrollan en las mismas condiciones de tiempo. Es un ejercicio que proporciona experiencia práctica y es clave para identificar errores o aciertos.
Como en cualquier otro examen importante, es esencial que cuentes con un plan de estudio realista. Establece un horario que te permita avanzar cada día (evita acumular gran cantidad de información para los días previos al examen). Una excelente gestión del tiempo también alimenta la tranquilidad en un proceso en el que es posible experimentar un mayor nivel de intranquilidad conforme se acerca la fecha definitiva ante el peso que generan las expectativas de futuro en un instante tan decisivo.