La imagen personal forma parte de la comunicación no verbal. Y la comunicación no verbal está presente en diferentes entornos profesionales: entrevistas de trabajo, procesos de negociación, eventos de networking, cursos de formación… La imagen personal y el lenguaje no verbal no solo se perciben en la interacción presencial, sino también en imágenes y vídeos. Por ejemplo, es aconsejable añadir una fotografía reciente en el currículum vitae o en la presentación de un blog profesional. En este contexto, el valor de la imagen adquiere una relevancia añadida: personaliza la información descrita en el texto.
La imagen personal no define a una persona. Sin embargo, adquiere un significado añadido en las primeras impresiones. Piensa en aquellos eventos profesionales en los que, incluso antes de haberte presentado a otras personas, has tenido una percepción determinada. El modo de vestir, la postura corporal, los gestos y los movimientos sí transmiten algún tipo de información (que el interlocutor interpreta desde la subjetividad).
Cómo potenciar la imagen personal en el ámbito profesional
Conviene puntualizar que la imagen personal no remite a una visión reduccionista de los estereotipos de belleza. Como hemos comentado, la imagen personal señala la influencia del lenguaje no verbal. Y la persona puede influir de forma consciente en este plano si desea hacer algunos cambios al respecto. Es decir, tiene la posibilidad de alinear su apariencia con el mensaje que realmente quiere transmitir. Por ejemplo, alguien puede considerar que la imagen que desea proyectar a través de su forma de vestir, no es aquella que percibe ante el espejo.
Algunos profesionales especializados ofrecen sus servicios para asesorar, orientar y acompañar a los clientes en el proceso de fortalecer su imagen personal. La figura del personal shopper, por ejemplo, ha adquirido una gran proyección en la actualidad. Su ayuda puede ser clave para quien quiere encontrar su estilo en la forma de vestir porque ha dejado de identificarse con las prendas que tiene en el armario. El personal shopper puede orientarle para seleccionar aquellos colores que realzan su esencia personal o aquellas prendas que potencian su mejor versión. Su asesoramiento también puede alinearse con un objetivo específico: cuidar la imagen personal en una próxima entrevista de trabajo. En esa circunstancia profesional, la elección del estilismo puede ser clave.
Del mismo modo, los expertos que actualmente trabajan como asesores de imagen se especializan en un sector que ha adquirido una gran proyección. Es positivo que la imagen que una persona quiere transmitir en el ámbito profesional se alinee con el mensaje que realmente comunica a los demás.
Imagen personal y marca personal: ¿Cómo se relacionan?
La imagen personal, como hemos comentado, es especialmente significativa en las primeras impresiones. Por ejemplo, durante los primeros segundos de una entrevista de trabajo. Sin embargo, la capacidad de comunicación de un ser humano va más allá de la primera impresión y se fortalece con el tiempo.
Aunque, a veces, esos primeros instantes pueden ser decisivos (desde una perspectiva positiva o negativa): Por esta razón, el término que comentamos en Formación y Estudios está en conexión directa con la marca personal. Es decir, con el branding. Es un concepto clave en el campo profesional puesto que, por ejemplo, influye positivamente en la diferenciación de un candidato que muestra su mejor versión durante un proceso de selección.
La imagen personal, como hemos indicado, influye de un modo positivo o negativo durante unos breves segundos que, sin embargo, se enmarcan en contextos clave: entrevistas de trabajo, reuniones profesionales, eventos de empresa, actividades de networking, viajes de negocios… Por esta razón, es tan importante cuidar un aspecto que, en ningún caso, es superficial o secundario cuando se entiende su significado.