Convivir con el síndrome del impostor, cuando la inseguridad impacta en primera persona, genera un profundo desgaste a nivel interno. Y es que, más allá de las capacidades, talentos y potencial que perciben los demás, la persona que experimenta el síndrome del impostor tiene la sensación habitual de no alcanzar un verdadero nivel de excelencia en sus tareas y funciones. El síndrome del impostor: cuando tus logros parecen irreales.
En definitiva, la situación queda descrita a través del título del artículo. Y es que, el síndrome del impostor puede hacer que tus logros te parezcan irreales. Así sucede cuando no los sientes como realmente propios, sino que consideras que han sido cuestión de suerte o cualquier otra circunstancia que no tiene que ver con tu verdadera preparación.
¿Cómo impacta el síndrome del impostor en el plano personal?
El síndrome del impostor, en consecuencia, hace referencia a esa sensación tan incómoda que tiene quien cree que no está a la altura en una entrevista de trabajo, en su puesto de empleo, en una presentación en público, en un proyecto… En definitiva, le cuesta disfrutar de su proceso de aprendizaje, de los logros que alcanza a lo largo del camino y siente que otras personas están mucho más cualificadas. Ante el síndrome del impostor, puedes llegar a sentir que tus logros parecen irreales, sin embargo, lo cierto es que son muy reales. Es decir, son el resultado del esfuerzo, la constancia, la perseverancia y la motivación. Celebra los pequeños objetivos que ya has conquistado y las metas que se van cumpliendo en tu presente.
No midas el valor de los resultados alcanzados desde la perfección o la comparación con otros escenarios más favorables. En definitiva, cultiva tu autoestima para que tu bienestar interior no dependa de la aprobación de los demás o del nivel de productividad. Sin duda, es muy posible que tengas la certeza de que, actualmente, hay muchas personas que destacan por su talento y habilidades. Pero no olvides lo realmente esencial en relación con la cuestión: cada profesional es irrepetible y experimenta un camino que es valioso en sí mismo. El síndrome del impostor alimenta la duda, la inseguridad y la incertidumbre. Debilita la autoestima personal y potencia el desgaste interior porque el afectado tiene que hacer un mayor nivel de esfuerzo para afrontar tareas concretas.
El síndrome del impostor, cuando tus logros parecen irreales: cómo afrontarlo
¿Qué hacer para afrontar el síndrome del impostor? Hay diferentes recursos prácticos que potencian la ayuda y el cuidado emocional. Por ejemplo, hay cursos y talleres especializados que profundizan en la cuestión. Los participantes descubren recursos y herramientas para avanzar a través de un proceso vivencial.
Ante el síndrome del impostor, también es habitual que la persona pase mucho tiempo inmersa en sus pensamientos y sentimientos. Es decir, envuelta en interpretaciones y diálogos internos. Pues bien, es recomendable hacer una pausa para conectar de una forma más plena con el presente. La autoestima profesional no depende de un próximo éxito que está por llegar. Valora los aspectos positivos de tu situación actual, aunque no sea perfecta (no existe la perfección absoluta en este ámbito).
Cuando el síndrome del impostor produce un bloqueo recurrente, o llega a desbordar a nivel emocional al profesional, es esencial pedir ayuda. Hay psicólogos especializados que tienen experiencia en este ámbito. La forma de influir en una situación se manifiesta por medio de un paso fundamental: pedir ayuda especializada. A veces sucede que el afectado tiende a posponer decisiones con la confianza de que algo cambie en el futuro. Pero el cambio más relevante es el que está liderado por uno mismo por medio de la introspección, la humildad y la inteligencia emocional. El síndrome del impostor: cuando tus logros parecen irreales pero son muy reales.