Si alguna vez has pensado que te gustaría ser funcionario de prisiones, es necesario que antes de decidirlo o adentrarte en las oposiciones que te lleven a ese trabajo, sepas en qué consiste y qué tendrías que realizar en tu puesto laboral cada día de tu vida. Como en cualquier otro trabajo, para que realmente te valga la pena deberás tener cierta vocación que te permita disfrutar de tu labor diaria.
La persona que se dedica a ser funcionario de prisiones será perteneciente al Cuerpo de ayudantes de Instituciones Penitenciarias que se accede mediante oposiciones de la Administración General del Estado. A estas oposiciones se pueden acceder teniendo en posesión el título de Bachillerato o de Técnico de Formación Profesional. Se podrá trabajar en centros penitenciarios con el compromiso de velar por la seguridad, rehabilitación y reinserción de los presos que allí se encuentran.
Las plazas
Si te interesa este trabajo y quieres saber cuándo es la convocatoria de las plazas tendrás que consultar el Boletín Oficial del Estado (BOE). Puedes hacerlo de manera rápida y fácil en su web. También existen páginas especializadas en oposiciones que también informan de las plazas y de las oposiciones que saldrán.
Las oposiciones son eliminatorias y constan de tres partes:
- La primera parte consta de dos pruebas. La primera prueba se evalúa la aptitud del opositor para ejercer la profesión y la segunda prueba son unas 150 preguntas sobre el contenido del temario que se debe estudiar antes de presentarse.
- La segunda parte consiste en responder a 10 casos prácticos con preguntas relacionadas y con respuestas múltiples (del contenido del temario).
- La tercera prueba es una aptitud médica para comprobar que pasan todas las características necesarias (indicadas en cada convocatoria para que las personas puedan decidir anteriormente si cumplen o no con estos requisitos).
Cuando se aprueban las oposiciones se participará en un curso selectivo de formación para que se puedan realizar las prácticas en centros penitenciarios ejerciendo funciones propias del puesto de trabajo.
En qué consiste
Los funcionarios de prisiones no van paseándose por los pasillos con porras eléctricas como en las películas. De hecho, si se necesitan armas deben solicitarlas (por ejemplo, en el caso de un motín). Debe tener un buen manejo de situaciones de estrés emocional y tiene que ser rápido para poder resolver problemas que puedan surgir. Existen tres áreas concretas de trabajo: área de vigilancia, oficinas y área mixta.
En el área el vigilancia tendrá que controlar los movimientos de todos los reclusos y mantener el orden del lugar. Hay zonas de educación y rehabilitación de los presos y el personal funcionario deberá colaborar con los equipos de profesionales que trabajan con los presos diariamente. La seguridad interna es fundamental. La seguridad se realiza mediante recuentos, registros, controles, cambios de celda, actividades de control, observación del comportamiento de los internos, etc.
El trabajo de las oficinas consiste en realizar tareas burocráticas sin estar en contacto con los reclusos. Se pueden gestionar datos, casos, disposiciones judiciales, etc. Se controlan los programas médicos, si se necesitan o se requieren otros especialistas para el centro de prisiones como un educador o trabajos social. También se coordinan situaciones especiales como las internas que estén embarazadas o que tengan hijos. Se tramitan las entradas y las salidas de prisión, se encargan de las quejas o los recursos, las comunicaciones, las visitas, los encargos, el correo, etc.
En el área mixta de trabajo dentro del centro penitenciario se trata de hacer tareas de vigilancia y control de los presos y también las tareas de carácter burocrático. Consiste en combinar los dos puntos anteriores en las funciones del funcionario.
En las tres áreas pueden tener diferentes puestos o cargos, como por ejemplo, ser jefe de servicios, coordinador, jefe de equipo, vigilante, seguridad, etc.
Si te interesa este tipo de trabajo, solo tendrás que informarte sobre las próximas convocatorias y prepararte el temario para las oposiciones. Podrás tener un buen trabajo si es lo que te gusta, con buenas condiciones laborales y además poder levantarte cada mañana sabiendo que irás a un trabajo que te gusta y que te llena tanto profesional como personalmente. Si esto es lo que te gustaría hacer, ¿a qué esperas para conseguirlo?