Estudiantes disruptivos, ¿qué hacer para mejorar el ambiente del aula?

Todos los profesores saben que cuando están en el aula el tiempo con sus alumnos es limitado. Un buen profesor minimizan las distracciones para sacar el máximo provecho a sus clases y son expertos en el control de la adversidad. Tratan los problemas de forma rápida y eficiente. La distracción más común en una clase es cuando hay un estudiante disruptivo.

Esto se presenta en muchas formas y un maestro debe estar adecuadamente preparado para abordar cada situación. Deben reaccionar rápida y apropiadamente mientras mantienen la dignidad del estudiante. Los maestros siempre deben tener un plan o ciertas estrategias en las que confíen para manejar a un estudiante disruptivo. Es importante darse cuenta de que cada situación es diferente.

Una estrategia que funciona bien para un estudiante puede desencadenar a otro. Los profesores deben individualizar la situación y tomar las decisiones en función de lo que sienta que minimizará la distracción con ese estudiante en particular lo más rápido posible.

Lo más importante: la prevención

La prevención es la mejor manera de manejar a un estudiante disruptivo. Los primeros días del año escolar son posiblemente los más importantes. Se establece el tono para todo el año escolar. Los estudiantes se esforzarán para ver exactamente lo que se les permite hacer. Es importante que los maestros establezcan esos límites rápidamente.

Hacerlo ayudará a disuadir problemas más adelante en el curso. También es importante comenzar a establecer una buena relación con los estudiantes de inmediato. Fomentar una relación basada en la confianza con los estudiantes puede ayudar mucho en la prevención de interrupciones simplemente por respeto mutuo el uno al otro.

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Tranquilidad y neutralidad

Un maestro nunca debe gritar a un estudiante o decirle a un estudiante que «se calle». Si bien puede difuminar temporalmente la situación, hará más daño que bien. Los maestros deben mantener la calma al dirigirse a un estudiante problemático.

En muchos casos, un estudiante está tratando de hacer que el maestro reaccione tontamente. Si mantienes la calma y mantienes tu ingenio, puedes calmar la situación con bastante rapidez. Si te vuelves combativo y confrontativo, puedes intensificar la situación, lo que lo convierte en una situación potencialmente peligrosa. Esto solo será perjudicial y finalmente perjudicará tu credibilidad como maestro.

Ser firme

Lo peor que puede hacer un maestro es ignorar una situación que espera que desaparezca. No permitas que tus alumnos se salgan con las pequeñas cosas. Inmediatamente confrontarlos sobre su comportamiento. Haz que te digan qué están haciendo las cosas mal, por qué es un problema y cuál es el comportamiento adecuado. Educarlos sobre cómo su comportamiento impacta a los demás. Los estudiantes pueden resistir la estructura desde el principio, pero finalmente la adoptan porque se sienten seguros en un entorno de aprendizaje estructurado.

Escuchar a los estudiantes

No saques conclusiones anticipadas. Si un estudiante tiene algo que decir, entonces escúchale. A veces, hay cosas que llevaron a la interrupción que puede que no hayas visto. A veces hay cosas que suceden fuera del aula que condujeron al comportamiento. En otras ocasiones, su comportamiento puede ser un grito de ayuda y escucharlos puede permitirle obtener ayuda.

Repite a tus estudiantes que tus preocupaciones para que sepan que has estado escuchando. Puede que no haya una diferencia en la forma en que manejas la situación, pero escuchar puede generar cierta confianza o proporcionarte información sobre otros temas que son más importantes.

Eliminar a la audiencia

Nunca avergüences intencionalmente a un estudiante ni lo llamas delante de sus compañeros de clase. Harás más daño que otra cosa. Dirígete a un estudiante de manera individual porque será mucho más eficaz. Serán más receptivos a lo que tienes que decir. Es probable que sean más abiertos y honestos contigo. Es importante mantener la dignidad de todos tus alumnos.

Empodera a tus alumnos

Es importante que tus estudiantes tengan un empoderamiento individual y potencialmente tendrá un gran impacto en el cambio de comportamiento. Es fácil para los maestros decir que hacen lo que dicen o que si no, no harán las cosas bien, pero permitir que los estudiantes desarrollen un plan autónomo para la corrección del comportamiento puede ser más efectivo.

Dales la oportunidad de autocorregirse. Motiva a tus alumnos a establecer metas individuales, recompensas por alcanzar esas metas y consecuencias cuando no lo hagan. Haz que el estudiante cree y firme un contrato que detalle estas cosas. Anime al alumno a guardar una copia en un lugar que a menudo vea, como su casillero, espejo, cuaderno, etc.


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