El juego es una experiencia necesaria en la infancia, una forma de ocio que aporta felicidad a aquellos niños que viven un periodo de desarrollo y aprendizaje. Existen distintos tipos de juegos que enriquecen el tiempo libre de quienes se encuentran en esta etapa. Los juegos matemáticos son muy interesantes por distintas razones, como comentamos a continuación en Formación y Estudios.
1. Un reto positivo
El niño se posiciona ante el objetivo a alcanzar, como un desafío que puede resolver porque cuenta con los recursos necesarios para ello. El cumplimiento de esta meta produce motivación en aquel que participa en esta experiencia.
2. Concentración
Niños y niñas ponen en práctica distintas habilidades cuando participan en este plan de ocio. La concentración propicia el cumplimiento del objetivo cumplido. El participante necesita estar atento a todos los pasos que componen la dinámica del juego. Pero, además, conviene recordar que esta atención plena también produce beneficios en otros ámbitos de la existencia como la vida académica.
3. Visión positiva de las matemáticas
Las matemáticas ocupan un espacio importante en el ámbito escolar. Los alumnos aprenden los contenidos de esta materia en el contexto del aula. Sin embargo, el juego es un recurso que permite trasladar la esencia de esta disciplina más allá de la clase. De este modo, el alumno se predispone de manera positiva ante un reto que se percibe con la ilusión de un pasatiempo.
En ocasiones, la asignatura de matemáticas se percibe con un grado de dificultad. En otras ocasiones, resulta aburrida. Y, sin embargo, la forma en la que el niño percibe esta materia influye en cómo afronta un ejercicio. De este modo, conviene poner en valor la utilidad práctica de los juegos matemáticos por su finalidad pedagógica.
Además, el error también es inherente a este proceso de aprendizaje. De este modo, el protagonista afronta la frustración que genera un resultado no cumplido en este espacio lúdico y divertido. Después de ese fallo, sigue adelante y mantiene el foco en el propósito principal. Esta forma de actuar alimenta la constancia.
4. Autoconfianza para afrontar el desafío
Existen distintos factores que influyen en la comprensión de las matemáticas. La autoestima es un factor que influye en la vida académica. Es positivo que el niño sea consciente de su potencial y de su capacidad. De este modo, a partir de la evolución que experimenta durante este plan de acción, adquiere un mayor nivel de autoconfianza.
Y esta autoconfianza, al igual que ocurre con otros factores descritos anteriormente, también tiene ámbito de aplicación en otros planos de la rutina. En definitiva, una de las fortalezas de los juegos matemáticos infantil es que unen el aprendizaje con el entretenimiento. Un formato que resulta muy atractivo en la niñez y también en la etapa adulta.
5. Practicar un ejercicio mental
Es muy importante que los niños practiquen ejercicio físico durante su tiempo libre. De hecho, el deporte forma parte de un estilo de vida activo y saludable que previene el sedentarismo. Pero el ejercicio va más allá del plano corporal como muestra la actividad mental. De este modo, a través de este entretenimiento, el niño adquiere una mayor agilidad, destreza y rapidez para resolver distintas cuestiones.
Por tanto, el juego es una actividad necesaria en la infancia, una actividad que eleva la creatividad. Pero el acto de jugar adquiere formas diferentes como muestra el amplio catálogo de opciones de ocio que los peques tienen a su alcance en esta edad. Los juegos matemáticos producen numerosos beneficios como hemos comentado en este artículo en Formación y Estudios. ¿Qué otras ideas te gustaría poner en valor en relación con este tema?