El Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya tiene intención, como lo expresó en la mesa sectorial de educación, de paralizar las oposiciones de las especialidades de Secundaria, Formación Profesional y de las Escuelas Oficiales de Idiomas, como ha ocurrido en otras regiones. Este bloqueo se alargaría durante un periodo prolongado, condicionado por las necesidades presupuestarias y de estabilización.
La congelación de las oposiciones tendría como consecuencia que no se sacarían a concurso 2.800 plazas en ESO y Bachillerato, 250 de Formación Profesional y 220 de profesorado técnico. Asimismo, tampoco saldrían a concurso 50 plazas de maestros de plástica, reduciendo las expectativas de acceso a plaza fija de miles de aspirantes.
Parece ser, como ya se anunciaba desde hace tiempo, que la crisis está haciendo que las administraciones autonómicas restrinjan al máximo las Ofertas Públicas de Empleo y pospongan procesos selectivos en función del contexto financiero, lo que afecta a quienes deben preparar una oposición.
Medidas planteadas y alcance sobre empleo público
El Govern trasladó un paquete de 19 propuestas a la mesa de negociación (con ocho temporales y once estructurales) que afectaría al conjunto de 230.000 empleados públicos. Entre ellas, destacan: no aprobar nuevas OPE, suspender la ejecución de ofertas ya aprobadas y no convocadas, y la revisión de plantillas interinas en servicios no finalistas ni esenciales con el objetivo declarado de mantener el máximo de puestos.
En el plano retributivo, se contempla la reducción del complemento específico (con incidencia preferente en las pagas adicionales de junio y diciembre), la suspensión del Fondo de Acción Social, la supresión del complemento de productividad y de la aportación al plan de pensiones, así como una merma del 50% en los objetivos del personal estatutario del ICS. También figuran la eliminación de vales de comedor, ajustes de días de asuntos personales, medidas de flexibilidad horaria y cambios en la retribución de docentes universitarios, y repercuten además en la formación de docentes.
Entre las medidas estructurales, se incluyen la revisión de ayudas de comedor, la modificación de complementos por estadios y niveles de carrera, cambios en la retribución durante el primer año de reducción de jornada para cuidado de menor y la supresión de días adicionales de vacaciones (conocidos como “días canosos”). La única medida considerada “no insultante” por representantes sindicales fue la excedencia voluntaria con reserva de puesto.
Impacto en la calidad del servicio y cifras clave
La combinación de congelación de oposiciones y reducción de interinidades, según las organizaciones sindicales, afectará a la calidad de los servicios públicos. Se han denunciado pérdidas de poder adquisitivo relevantes respecto a etapas previas a la crisis, con una parte del ajuste recaído sobre nóminas y complementos.
En paralelo, se han producido procesos en los que la tasa de reposición limitó la entrada de nuevos docentes, recortando convocatorias previstas y dejando fuera miles de plazas inicialmente contempladas. Hubo escenarios en los que la administración planteó convocar unas 1.245 plazas frente a planificaciones previas que apuntaban a recortes cercanos a 2.000 plazas, con hasta 15.000 aspirantes previstos para las pruebas.
Posturas sindicales y negociación
Los sindicatos CCOO, UGT e IAC calificaron el documento como “una declaración de guerra” y el mayor ataque a la función pública en democracia, criticando la ausencia de datos concretos de impacto y el plan de “cargar el ahorro” en sueldos. Se denunció que algunas medidas podrían enviar al paro a centenares de interinos y se escucharon críticas por proponer recortes “muy agresivos” sin suficiente detalle. Durante las reuniones, un centenar de delegados se manifestó ante la sede de Gobernación en Via Laietana, obligando a cortar el tráfico.
Convocatorias, litigios y distribución de plazas
En el ámbito competencial, hubo tensiones con la Administración General del Estado sobre el cómputo de plazas de reposición frente a consolidación de interinos, que se resolvieron tras negociaciones y ajustes técnicos. La Generalitat defendió consolidaciones y reposiciones más amplias para no desatender necesidades educativas, mientras se advertía que ampliar más allá de ciertos topes podía poner en riesgo convocatorias.
En determinadas planificaciones se detallaron alrededor de 3.194 plazas docentes con este reparto orientativo: 2.200 para Secundaria y Bachillerato; 395 para FP en especialidades como Intervención sociocomunitaria, Informática, FOL y Procesos Sanitarios; 488 para profesores técnicos de FP (p. ej., Cocina y pastelería, Mantenimiento de vehículos, Procedimientos sanitarios, Peluquería); 61 para la EOI (con predominio de Inglés y Francés) y 50 para Artes Plásticas y Diseño. En algunos ejercicios no se incluyeron plazas de Infantil y Primaria por arrastres de convocatorias previas.
Plantillas, interinidad y envejecimiento
Los sindicatos alertaron de que la interinidad alcanzaba en torno al 23% del personal educativo, con un déficit estimado de miles de plazas y un creciente envejecimiento del colectivo (con gran peso de mayores de 50 años). Se reivindicaron medidas para aliviar la carga lectiva de docentes veteranos (por ejemplo, dos horas lectivas menos para mayores de cierta edad), lo que permitiría incorporar entre 300 y 350 profesionales adicionales.
Excepciones por causas extraordinarias
En situaciones excepcionales como un estado de alarma, Educación llegó a suspender trámites administrativos de oposiciones, reprogramando procesos según la evolución sanitaria y generando debate entre aspirantes por los riesgos de concentración. Otras administraciones, como la Comunidad de Madrid, optaron por mantener fechas o, en su caso, trasladar convocatorias al siguiente ejercicio, respetando plazas y especialidades anunciadas para cuerpos de Secundaria, EOI, FP, Música y Artes Escénicas, Artes Plásticas y Diseño.
La política de congelación de oposiciones y ajuste de plantillas en Cataluña se acompaña de recortes retributivos y organizativos, negociaciones tensas con sindicatos, y escenarios variables de oferta por especialidades. Para quienes se preparan, conviene seguir los canales oficiales, evaluar cómo afectan las tasas de reposición, y planificar la carrera docente teniendo en cuenta consolidaciones, interinidades y el calendario que se apruebe en cada momento. Para orientación sobre cómo afrontar la preparación, resulta útil revisar recursos sobre .
Fuente: La Mañana | Imagen: LizMarie
