Normalmente, cuando nos dan las notas de los exámenes que realizamos, nos ponemos más o menos alegres, según la numeración que obtengamos. Se podría decir que es la recompensa a los esfuerzos que hayamos hecho con anterioridad para estudiar lo que se necesite. No obstante, también es cierto que hay mucha gente que no se preocupa de este tipo de resultados. ¿Tienen importancia?
Si, por una parte se puede decir que tienen un cierto grado de importancia, ya que de esas notas dependerá la numeración final y, por lo tanto, el hecho de que nos aprueben o nos suspendan. Pero hay una cosa mucho más importante que ya hemos mencionado en el blog: los conocimientos que consigamos. Vamos a poneros un ejemplo. En el caso de que estudiemos mucho y nos memoricemos todos esos contenidos, aprobaremos y sabremos más. Evidentemente, las notas serán mejores.
La verdad es que no tenemos que echarle mucha cuenta a las notas que consigamos. Cuando nos apuntamos a un curso, lo verdaderamente importante es lo que aprendamos, ya que de ello dependerá que seamos más o menos profesionales. Está claro que si sabemos más, también seremos más eficientes en el trabajo que desempeñemos.
La próxima vez que tengáis que estudiar para un examen, tened esto en cuenta. Lo importante no es la nota que consigamos (aunque tiene cierto grado, ya que de ello dependerá que aprobemos), sino los conocimientos que adquiramos y que, por lo tanto, podamos utilizar en un futuro. Un último ejemplo: lo que habéis aprendido de pequeño os sirve de mayores. Hay cierta similitud en este aspecto.