Sí, suena algo «loco», pero es la queja a la que se está enfrentando el Ministerio de Asuntos Exteriores por ofrecer a sus estudiantes prácticas en el extranjero sin asumir sus correspondientes sueldos ni otros gastos. Según estos estudiantes, «sólo pueden optar a una educación de calidad aquellos alumnos cuyos padres puedan permitirse pagar todos sus gastos en el extranjero».
Estos alumnos de los últimos cursos de Relaciones Internacionales, Derecho y Economía o Ciencias Políticas que quieran optar a dichos puestos, han tenido que leer en dicha oferta lo siguiente: «Se recuerda que los aspirantes concurren a estas prácticas en los términos habituales: con carácter no remunerado y asumiendo sus gastos de alojamiento y manutención, así como de seguro médico durante su estancia».
Obviamente, el Ministerio de Exteriores ha atribuido a la falta de presupuesto el no poder pagar estos gastos, como sí pudieron hacerse cargo años anteriores otros gobiernos.
Algunas carreras tienen como prácticas externas un total de 300 horas que el alumno debe cumplir obligatoriamente. Sin embargo, en otras, se ha incrementado ese número de horas, pasando de las 300 a las 500.
Cada día que pasa se nos ofrece una enseñanza y educación pública menos pública (valga la redundancia). ¿Qué diferencias existen aún entre las universidades privadas y las públicas? Sube el precio por crédito en todas las universidades, cada vez existen menos becas (Wert concedió 258 millones menos en becas durante su mandato), se suprime el programa Erasmus+ que otorgaba 100 euros más a los mejores estudiantes, hay menos profesores y no se sustituyen en sus bajas, etc. Un sinfín de puntos que te hacen reflexionar sobre el futuro de la enseñanza española y de quiénes podrán acceder a una formación de calidad… ¿Tendremos que ahorrar un dineral para poder pagarles el día de mañana a nuestros hijos una carrera en una universidad pública como pasa actualmente con la enseñanza privada?
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