El deseo por el conocimiento, el amor por la lectura y la curiosidad son ingredientes que pueden alimentarse en el propio hogar. ¿Cómo prevenir el fracaso escolar desde casa? En Formación y Estudios compartimos algunas ideas.
1. Mantener una comunicación habitual con el centro
Los padres pueden implicarse para mantener una comunicación cercana con los profesionales que trabajan en el centro académico. Dicho diálogo influye positivamente en el propio alumno. Ten en cuenta que ambos planos están constantemente interconectados. Por ejemplo, el empeoramiento en el rendimiento escolar puede estar relacionado con una situación del ámbito familiar.
2. Asistir a escuelas de padres y madres
Los niños inician un camino de aprendizaje y descubrimiento durante la infancia, un viaje que se prolonga durante toda la vida. Por ello, padres y madres también pueden desempeñar el rol de alumnos. Desde esta perspectiva, adquieren recursos, habilidades, conocimientos, competencias y nuevas herramientas. La asistencia a talleres de educación para padres y madres es una experiencia a tener en cuenta. Una formación práctica para educar con inteligencia emocional.
3. Potenciar el refuerzo positivo centrado en el esfuerzo
El resultado de un examen muestra una evaluación concreta. Pero el refuerzo positivo no debe centrarse únicamente en los resultados. El propio esfuerzo merece un reconocimiento. Quizá una persona necesite más tiempo para llegar a una meta. Pero puede sentir el acompañamiento y la cercanía de sus seres queridos.
4. Propiciar el encuentro con los libros en el hogar
¿Cómo despertar el amor por la lectura en la infancia y la adolescencia? Conviene inspirar a través del propio ejemplo cotidiano. Aquellos padres y madres que alimentan el hábito de la lectura muestran un espejo en el que pueden mirarse sus hijos. Del mismo modo, es recomendable realzar el protagonismo de los libros más allá de la zona de estudio. También pueden estar en el salón.
Es positivo propiciar el contacto con la cultura en sus diferentes expresiones artísticas: el cine, la fotografía, el arte, la música, el teatro…
5. Buscar soluciones
El fracaso escolar no se materializa de forma inmediata, sino que puede mostrar un proceso. Por este motivo, conviene profundizar en la situación para comprender qué está ocurriendo. Y, también, para valorar diferentes alternativas de apoyo.
Por ejemplo, quizá el alumno necesite clases de refuerzo para mejorar sus notas en una asignatura. Tal vez necesite aprender hábitos de estudio para generar un cambio positivo en la rutina académica. A lo mejor necesite utilizar nuevas técnicas de estudio.
En ocasiones, el empeoramiento en los resultados académicos afecta a la autoestima del alumno. Su nivel de autoconfianza se debilita y se anticipa de forma negativa ante aquello que ocurrirá en un próximo examen. Por ello, el apoyo de un psicólogo especializado puede ser clave.
6. Acompañar en la búsqueda de la vocación
Cuando una persona estudia un tema que le gusta, se siente más motivada que cuando se adentra en un contenido que le aburre. La búsqueda de la vocación forma parte de la introspección y el autoconocimiento. Pero el ser humano no está solo en el descubrimiento de aquello que tiene que ver consigo mismo. Es posible poner nombre a la vocación personal por medio de la ayuda y el apoyo de profesores y familiares. Conviene no depositar sobre el hijo la expectativa de que dirija sus pasos en una dirección concreta. Debe poder desarrollarse en libertad para descubrir su propia misión.
Por tanto, prevenir el fracaso escolar desde casa es un objetivo necesario. Padres y profesores, por otra parte, pueden actuar como un equipo perfectamente unido. Por ello, es importante mantener una comunicación habitual a través de los diferentes canales disponibles. Aunque también puede ser necesario buscar ayuda especializada.