Es normal que el primer día de clase haya algo de confusión. Quizá no sabemos a que aula tenemos que ir, quienes serán nuestros nuevos amigos, o el tutor que tendremos. En primer lugar, no os preocupéis. Todos hemos tenido este tipo de dudas y tienen solución. Tan sólo tendréis que informaros en el lugar correspondiente.
Cuando lleguéis al centro educativo el primer día, es posible que no sepáis a qué clase o grupo pertenecéis. Este tipo de centros suele poner unas listas en el tablón de anuncios donde vienen indicados todos los alumnos. De esta manera, sólo tendréis que ir a ellas y buscar vuestro nombre y apellidos. La duda se os resolverá de manera automática en cuanto leáis los detalles sobre vuestra ficha.
Lo siguiente es entrar en las instalaciones y encontrar la clase que se os ha indicado. No es difícil, ya que estas suelen estar numeradas siguiendo una secuencia lógica. En el caso de que os perdáis, podéis preguntar a alguno de los docentes o encargados que os encontréis (suele haber mucha gente, sobre todo ese día)
Finalmente, ya estaréis en la clase que os corresponda. A partir de aquí, será el propio tutor o profesor encargado el que os dará las demás instrucciones, como el sitio en el que sentaros, los materiales que tenéis que comprar, etc. Se podría decir, entre comillas, que habéis comenzado el día con buen pie. Sólo falta que empecéis a acomodaros en vuestro nuevo puesto y estudiéis todo lo necesario para sacar las mejores notas posibles.