Tomar buenos apuntes es todo un arte. De hecho, la claridad de las anotaciones realizadas y la síntesis de los conceptos clave son esenciales para el estudio. Existen propuestas de inspiración que pueden ayudarte a hacer anotaciones de forma eficaz: el Método Cornell. El creador de dicha propuesta fue un profesor de prestigio: Walter Pauk. Además, es el autor de un éxito de ventas: How to study in college.
Sus aportaciones facilitan el proceso de aprendizaje por medio de la elaboración de apuntes que están perfectamente organizados y presentados. De este modo, el alumno puede consultar un dato con facilidad, sin dedicar varios minutos a localizar un fragmento en concreto. Por otra parte, el Método Cornell puede llevarse a cabo contando con recursos básicos: un cuaderno y un bolígrafo.
Cómo estructurar los folios en torno a un sistema ordenado
Cada uno de los folios debe estar perfectamente estructurado en cuatro secciones. De este modo, se crean espacios diferenciados. Cada una de las partes de la página tiene una función específica: título, conceptos clave, notas de clase y resumen son los apartados que componen el Método Cornell. Cada espacio posee su propio significado pero, a su vez, la suma de los diferentes elementos aporta una visión holística de los apuntes.
El título se enmarca en la parte superior. Debajo de este apartado se desarrollan dos áreas complementarias. A la izquierda se enumeran los conceptos clave. A la derecha se escriben las notas de clase. Finalmente, en la parte inferior del folio hay un espacio destinado a la realización de un resumen.
Junto al título deben presentarse los datos identificados del tema analizado y de la asignatura. Pero, además, es recomendable poner la fecha. A lo largo de un curso académico consultas una gran cantidad de información. Por ello, para encontrar cualquier dato con facilidad, es aconsejable que organices la información con un criterio práctico.
Cómo rellenar cada apartado del folio
Es importante que estés atento y concentrado durante la clase para anotar la información más relevante. Las palabras escritas durante el proceso deben sumarse en el apartado destinado a las notas de clase. Allí puedes sintetizar las ideas principales y la argumentación que refuerza cada tesis. Nombres, fechas y conceptos especializados tienen su espacio en este apartado.
También puedes añadir ejemplos que clarifiquen la explicación del tema. Si lo deseas, utiliza abreviaturas para elaborar la redacción del texto. Las anotaciones realizadas se convierten en la materia prima que debes utilizar para añadir las palabras clave al finalizar la clase. Es aconsejable que te ocupes de la tarea en el mismo día en el que has redactado los apuntes. De este modo, recuerdas el contenido y te resulta más fácil proceder a la enumeración de las preguntas y los términos esenciales. Finalmente, basándote en el contenido previo, realiza una conclusión final que muestre una síntesis de los aspectos más relevantes del tema.
¿Cuáles son las ventajas del método Cornell?
En primer lugar, proporciona una estructura práctica para realizar el proceso de crear apuntes de calidad a partir de un hilo conductor perfectamente establecido. Cada uno de los folios tiene la misma base. El método Cornell pone en valor el orden y la organización en el estudio. Y el método se fundamenta en ambos principios. De este modo, es ideal para guardar la información y consultarla en cualquier momento.
Es un método que requiere de la implicación activa por parte el alumno. Una participación proactiva que influye de forma positiva en la comprensión del tema. Por otra parte, la estructura del folio, perfectamente diferenciada en varios apartados, facilita la realización del repaso. Conviene puntualizar que la columna de las anotaciones debe ser más ancha que la sección destinada a las palabras clave.