En la recta final de año, muchos profesionales hacen balance de cuál es su nivel de satisfacción con el empleo que realizan. El trabajo tiene una importante influencia en la felicidad y en la calidad de vida. Existen distintos factores que un profesional tiene en cuenta al visualizar la empresa ideal en la que le gustaría crecer y evolucionar. Un empleo con unas condiciones de salario justas y equitativas es una premisa esencial. Pero además de este salario mensual que la persona contratada recibe en su cuenta cada mes, también existe el reconocimiento que aporta el salario emocional.
Un empleado tiene un buen salario emocional cuando se siente cuidado, valorado y reconocido por la organización en la que trabaja. El salario emocional es tan importante que así como no logra cubrir las carencias de un trabajo precario, un empleo con un buen sueldo tampoco logra cubrir las carencias que pueden tener su origen en la falta de reconocimiento que recibe el profesional en relación con su labor. Generalmente, un empleado inicia una nueva etapa profesional en una empresa con un alto nivel de motivación. Pero además de esta motivación interna, también es recomendable que la empresa cree una condiciones propicias para la felicidad de los trabajadores en horario laboral. ¿Qué ejemplos de salario emocional podemos enumerar?
1. Medidas de conciliación laboral en la empresa
Muchas personas sienten que se encuentran lejos de encontrar el verdadero equilibrio entre sus responsabilidades profesionales y su vida personal. Sienten que el tiempo dedicado al trabajo deja en un segundo plano cuestiones importantes de la vida personal. Por ello, aquellos empleos que propician esta conciliación a través de la puesta en marcha de distintas medidas, son un ejemplo de cómo el salario emocional refuerza la implicación de los trabajadores.
Un ejemplo de medida de conciliación laboral es aquella que pone en valor el servicio de guardería en el trabajo para los hijos de los profesionales que forman parte del equipo. Esta medida todavía es poco habitual en el ámbito empresarial actual, sin embargo, constituye un ejemplo claro de medida que propicia la conciliación.
2. Un buen clima de trabajo
La infelicidad en el ámbito profesional puede estar vinculada con distintas causas del propio clima de trabajo. Por ejemplo, las dificultades para trabajar en equipo cuando el individualismo es más frecuente que la colaboración. La idea de acudir cada día al trabajo, visualizando esta misma dinámica en un futuro a largo plazo, puede verse como una razón de desmotivación para quien se siente de este modo.
Por ello, aquellas empresas que ponen en marcha iniciativas para mejorar el clima de trabajo como, por ejemplo, los eventos corporativos o las actividades afterwork, también son conscientes de lo importante que es potenciar el salario emocional en los empleados.
3. Formación continua para los trabajadores
Muchos trabajadores desean seguir aprendiendo y evolucionando. Quieren tener la oportunidad de lograr nuevos objetivos. La formación continua es la expectativa de muchos profesionales que desean implicarse con esta meta. En ese caso, la propia empresa puede incentivar este acceso a la formación.
Por tanto, el salario emocional es muy importante no solo para los trabajadores sino también para las empresas. Aquellas empresas que están formadas por profesionales felices también son más competitivas. Las empresas que ofrecen un buen salario emocional, además de un buen sueldo económico, constituyen el espacio ideal para crecer y evolucionar. Muchos empleados no se sienten valorados verdaderamente en su rutina profesional. Este hecho, en algunos casos, puede derivar en el síndrome del trabajador quemado a largo plazo. Y la causa de esta desmotivación es la falta salario emocional en muchos ejemplos cotidianos.