Existen distintas etapas de la vida profesional incluso en relación con una misma experiencia laboral. La colaboración con una empresa tiene un inicio que comienza con la fase de selección y se concreta en la firma del contrato. Pero este periodo de trabajo también tiene un punto final.
El momento de la despedida puede afrontarse desde distintas perspectivas. Pero, en ocasiones, produce desorientación e incertidumbre. Así ocurre cuando tras un periodo prolongado en el desempeño de un puesto de empleo, surge un nuevo comienzo.
Diseñar un plan de búsqueda activa de empleo
Pues bien, existen empresas que no solo se implican con los nuevos trabajadores que llegan al equipo, sino también con aquellos que se marchan. Lo hacen a través de un programa de outplacement. En ese caso, el trabajador recibe el acompañamiento de un equipo que le ayuda a planificar un plan de búsqueda activa de empleo.
El objetivo de esta estrategia es reducir el tiempo en la consecución de ese objetivo. Un despido profesional tiene un elevado componente emocional. Pues bien, el proceso de recolocación alimenta la motivación, las expectativas positivas, la actitud proactiva y el aprendizaje en esta etapa.
Búsqueda de nuevas oportunidades después de un despido
Los beneficios que ofrece el outplacement no solo pueden analizarse desde el punto de vista individual de quien recibe este acompañamiento. Esta propuesta de valor muestra la excelencia de una entidad que no solo se enfoca en los resultados, sino que cuida de las personas.
Tras un proceso de outplacement, el candidato puede llegar a conclusiones diferentes. Quizá decida buscar trabajo en el mismo sector, quizá active su networking para ampliar la red de contactos, tal vez ponga en marcha una idea de negocio o, por el contrario, prepare una próxima oposición.
Quizá el candidato decida reinventarse laboralmente y, para ello, inicie un curso de formación. Esta es una de las ventajas de esta experiencia de acompañamiento: ofrece respuestas totalmente personalizadas. De este modo, mediante esta introspección, el candidato reconoce sus habilidades, sus destrezas y sus fortalezas. Como consecuencia de ello, el plan de búsqueda activa de empleo está alineado con esta información.
Outplacement individual o grupal
El outplacement puede ser individual, pero también puede tener un carácter grupal. En ese caso, el proceso abre puertas a varias personas que afrontan esta etapa de cambio. Esto puede ocurrir cuando una entidad inicia una etapa de reestructuración que marca un punto de inflexión en el organigrama organizacional.
Como en cualquier fase de búsqueda activa de empleo, conviene cuidar distintos aspectos: elaboración del currículum, preparación de la carta de presentación, definición de objetivos, diseño de un calendario de actividades… En este caso, el profesional no se encuentra solo en la responsabilidad de impulsar estas medidas. Recibe el asesoramiento de profesionales con experiencia.
El departamento de recursos humanos es uno de los más relevantes para impulsar el éxito en empresas y negocios. Los profesionales que trabajan en esta sección se ocupan de aspectos esenciales como la elección del candidato ideal para el desempeño de un puesto de empleo. El outplacement es una herramienta que ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años en el ámbito empresarial.
La gestión de la incertidumbre en un despido es importante para potenciar el bienestar del empleado. Una empresa que utiliza esta práctica de forma positiva pone de manifiesto la responsabilidad de cuidar de las personas. Y, a partir de esta experiencia, un candidato en situación de despido afronta su horizonte próximo desde un nuevo enfoque: el que produce la búsqueda de nuevas oportunidades.
El outplacement también atrae y retiene el talento. Fortalece la marca corporativa de una entidad que inspira confianza y credibilidad.