Actualmente, el ordenador o el teléfono móvil son dispositivos con los que muchas personas están totalmente familiarizadas. Sin embargo, existe un aspecto que puede marcar la diferencia en el ritmo con el que una persona pulsa las teclas correspondientes en el teclado para dar forma a un texto. La realización de un curso de mecanografía es un objetivo muy práctico para el alumno. Por medio de un proceso perfectamente estructurado, aprende a observar el teclado desde un punto de vista diferente.
Por ejemplo, descubre con qué dedo de la mano es recomendable pulsar una tecla concreta y por qué. Es una formación básica que, sin embargo, se convierte en una excelente inversión para la vida profesional y personal. Piensa en la cantidad de tiempo que gana quien conoce perfectamente qué posición ocupa cada letra, cada número o cada signo dentro del teclado.
Índice
Un método práctico para aprender a escribir con más velocidad
No tiene que detenerse para buscar dónde se encuentra exactamente el elemento que quiere encontrar a cada paso. Por ello, un curso de mecanografía es un buen complemento al currículum profesional. Usar la tecnología en la vida cotidiana no significa haber adquirido todas las competencias para utilizar los recursos disponibles de una forma eficiente. Pues bien, la redacción de un trabajo se prolonga durante más tiempo del necesario cuando el alumno presenta carencias en este ámbito. Por el contrario, la mecanografía aporta agilidad en la escritura y en la realización de las correcciones posteriores.
Es decir, la mecanografía aporta un plan de acción en el proceso de aprendizaje. Proporciona un método claro, efectivo y organizado para aprender a escribir con comodidad y sencillez. Cuando el alumno inicia el proceso de aprendizaje a través de dicho método está especialmente atento a cada detalle. Necesita concentrarse plenamente para orientar el movimiento de sus manos en la dirección deseada dentro del teclado. Por el contrario, cuando ha completado el curso con éxito y ha realizado diferentes ejercicios prácticos, puede llegar a escribir un texto con los ojos cerrados. Quizá cometa algún error, pero tiene una preparación que le permite afrontar la elaboración de cualquier proyecto con más sencillez.
Conviene puntualizar que el método que aporta la mecanografía no se centra únicamente en el análisis del teclado y en la posición de las manos. Es importante que la persona mantenga una postura cómoda durante la escritura. Y este es otro de los beneficios que aporta la realización de un curso especializado.
Una formación básica para complementar el currículum profesional
La mayoría de los alumnos que asisten a un curso de mecanografía ya han utilizado previamente un teclado. Y es posible que hayan adquirido algunas manías en la forma de pulsar algunas teclas. En ese caso, el curso permite identificar esos posibles errores que son fruto del desconocimiento y adquirir nuevas habilidades para disfrutar de la experiencia con una mayor sensación de libertad.
Hoy en día, muchos profesionales utilizan el ordenador para trabajar (aunque solo sea para realizar algunas gestiones concretas). Pues bien, la realización de un curso de mecanografía puede marcar un punto de inflexión en la forma de afrontar la creación de un artículo para un blog, la elaboración de un trabajo universitario o la redacción de una carta de presentación. Un curso de mecanografía suele tener una duración breve. La práctica posterior forma parte del propio proceso de aprendizaje. El alumno aplica las lecciones aprendidas y complementa su formación con la experiencia de la propia escritura.
La máquina de escribir dio paso al ordenador. Pero el proceso de escritura es similar en ambos casos (aunque cada teclado tiene sus características).
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