Existen distintos tipos de memoria. Aquella que es de carácter procedimental facilita el aprendizaje de habilidades de procedimiento. Es un tipo de recuerdo vinculado con el plano de la acción, por tanto, tiene una perspectiva instrumental. Este tipo de memoria es aquella que permite, por ejemplo, aprender a andar en bicicleta en la infancia por medio de la repetición de hábitos y rutinas que refuerzan el efecto de una secuencia que genera un arraigo emocional.
El ser humano adquiere distintos conocimientos a lo largo de su vida. Existe un tipo de información teórica que se interioriza y se asimila a través de la comprensión y el estudio. Sin embargo, también existen habilidades prácticas, es decir, destrezas. Estas destrezas son aquellas que conectan con la memoria procedimental. En ese caso, lo aprendido es implícito al acto mismo.
El poder de la memoria instrumental
Muchas de las habilidades más importantes de la vida son aquellas que se adquieren en la infancia. Las primeras palabras, los primeros pasos, los primeros paseos en bicicleta, la escritura… Este tipo de aprendizaje no es automático, es decir, el ser humano no lo interioriza en un instante. Este procedimiento es un proceso en el que cada acción es significativa.
Uno de los aprendizajes más importantes en la niñez es el juego. Una actividad de entretenimiento a través de la que el niño interioriza las normas propias de esa actividad de ocio.
Sin embargo, eso no significa que este tipo de memoria solo se active durante la niñez sino que se activa a través del desarrollo de nuevas habilidades. De hecho, es positivo estimular este tipo de aprendizaje en todas las etapas para descubrir todas las posibilidades que ofrece la vida.
La huella de esta memoria de procedimiento es tan visible que puede ocurrir que una persona que paseaba con frecuencia durante la infancia, vuelva a conectar con la rutina de andar en bici varios años después, sin que haya olvidado por completo cómo se practicaba esta destreza. La persona mantiene el equilibrio sin pararse a pensar detenidamente en cómo actuaba en el pasado para lograr este objetivo. La experiencia práctica es especialmente importante para ejercitar las habilidades asociadas a este tipo de memoria.
Desarrollo de habilidades motoras
El saber acumulado a través de este tipo de memoria es aquel que está vinculado con la práctica de tareas asociadas con las habilidades motoras. La complejidad de una destreza puede tener mayor o menor dificultad. El entrenamiento y la necesidad de perfeccionamiento hasta adquirir la seguridad en la ejecución de esa acción depende no solo de la habilidad en sí misma, sino también, de las características de cada persona. ¿Qué cosas sabes hacer y qué cosas te gustaría llegar a hacer? Ese tipo de recuerdo operativo es procedimental.
Aunque este tipo de recuerdo se entrena en la actualidad del ahora, puesto que el obrar siempre es presente, genera un recuerdo a largo plazo. Este tipo de habilidad también se ejercita en el ámbito del trabajo cuando te integras a la disciplina de una nueva empresa. En este tipo de experiencia no solo actúan habilidades motoras sino también cognitivas.
Otro ejemplo de aprendizaje adquirido a través de este tipo de experiencia de procedimiento es el acto de conducir. Los aprendizajes adquiridos a través de este punto de vista son difícilmente olvidados porque conectan con el afrontamiento de las gestiones del día a día con los que estás tan acostumbrado. Un estímulo presente también puede activar en ti esta capacidad del pasado.