El cuidado de la salud y el bienestar son esenciales para el ser humano, como bien queda de manifiesto actualmente. La medicina es clave para ofrecer un asesoramiento especializado al paciente. Una atención personalizada que es clave en el diagnóstico, ya que un mismo síntoma puede manifestarse de forma diferente en cada persona. La experiencia tradicional de acudir a la consulta del especialista en el horario de la cita evoluciona con la tecnología.
De este modo, al igual que actualmente muchas personas trabajan desde casa o visitan galerías de arte online, también existe la posibilidad de consultar una duda médica a través del servicio de telemedicina. Una consulta de estas características puede desarrollarse a distancia. Sin embargo, la clave de esta atención médica reside en la cercanía. De este modo, tanto profesionales como pacientes valoran de forma positiva esta experiencia.
Ventajas de la telemedicina
El paciente valora aquellos beneficios que la telemedicina pone a su alcance. En primer lugar, aporta la máxima accesibilidad. La tecnología y la conexión a Internet hacen posible este acceso desde cualquier lugar. Por otra parte, no es necesario realizar un desplazamiento para estar en la hora indicada en la consulta. El paciente puede vivir ese momento desde su propio hogar, un espacio de calma y tranquilidad para él.
La telemedicina tiene su espacio y su lugar en la sociedad actual, pero su función no es sustituir la esencia del enfoque tradicional. Pero sí es un buen complemento que influye de forma positiva en lo más importante: el cuidado personal.
Existen importantes transformaciones que se han producido en la sociedad como consecuencia del impacto directo de la pandemia. Empresas, tiendas y negocios han llevado a cabo un importante proceso de transformación digital. La digitalización se ha acelerado incluso en aquellos casos en los que previamente se había pospuesto por dar prioridad a otros objetivos corporativos. Pues bien, en un contexto diferente, la digitalización también se enmarca en el ámbito de la salud. Por ello, algunas personas han descubierto por primera vez los beneficios de la telemedicina en el periodo reciente.
La consulta se lleva a cabo a través de espacios seguros en el contexto digital. La videoconferencia es uno de los formatos habituales para establecer una comunicación directa entre profesional y paciente. Pero esta atención también puede desarrollarse a través de servicios de mensajería. Los datos de salud forman parte del historial clínico del paciente, esta es una información confidencial. Por ello, la telemedicina ofrece la máxima seguridad con el cumplimiento de la Ley de Protección de Datos.
Desventajas de la telemedicina
Pese a que la experiencia con esta forma de consulta resulta tan positiva para muchas personas, también existen obstáculos a superar. Uno de ellos, la desconfianza que produce una realidad desconocida. No todos los pacientes y los profesionales están familiarizados con este uso de la tecnología. La telemedicina tampoco se adapta a cualquier tipo de caso, situación o circunstancia. Existen valoraciones que no pueden concluirse a través de esta vía. Esta novedad también es vulnerable ante el efecto de la brecha digital.
Profesionales de todos los sectores deben integrar la formación continua en su carrera para seguir sumando nuevas competencias y habilidades. Una formación que también acompaña a especialistas del campo de la salud como pone de manifiesto el ejemplo concreto de la telemedicina. Esta formación no solo implica el desarrollo de habilidades tecnológicas. Existe un ingrediente que nunca debe faltar en la atención personalizada: la inteligencia emocional. La empatía, la escucha y la amabilidad son esenciales para hacer sentir a cada paciente como único e irrepetible en la consulta tradicional o en una conversación a distancia.