Las profesiones sanitarias, que tienen una visibilidad tan importante en la actualidad, agrupan a distintos perfiles especializados. Los auxiliares de enfermería son profesionales que realizan tareas muy importantes en la atención al paciente.
Algunas personas que están ingresados en el hospital no poseen la autonomía suficiente para realizar tareas cotidianas. En ese caso, un auxiliar de enfermería se ocupa de ofrecer este cuidado. Por ejemplo, una de las tareas que realiza este profesional es repartir los menús de la comida.
Ayuda a pacientes en la realización de distintas tareas
Quizá algunos pacientes necesiten ayuda externa para comer. Algunas personas no poseen la movilidad necesaria para llevar a cabo distintos cuidados de higiene personal. En ese tipo de circunstancia, el auxiliar es el encargado de ayudar al usuario. Una de las principales funciones del auxiliar de enfermería es ofrecer acompañamiento constante a los pacientes y sus familias. Es una persona especializada que forma parte de la rutina del afectado por una dolencia concreta. Es una persona que está presente y, por tanto, comprueba la evolución y desarrollo del enfermo.
También se ocupa de hacer las camas, mantener en orden el material de trabajo, colabora en la preparación de los instrumentos necesarios para la elaboración de distintas pruebas médicas.
Recogida de datos termométricos
Las funciones de este profesional se enmarcan en el contexto particular del centro en el que trabaja. Ya que, dicho perfil puede trabajar en un hospital, en un centro de salud, en una residencia de personas mayores o en centros de atención primaria. La labor de este profesional también sirve de apoyo al enfermero y al médico. Trabaja en coordinación con otros miembros del equipo. Por ello, puede ocuparse de preparar el material necesario para que un especialista realice una tarea concreta. Por ejemplo, siempre contando con la supervisión de un responsable, puede llevar a cabo una recogida de datos termométricos.
Trabajar en equipo es una de las competencias que acompaña a este puesto de empleo. El profesional forma parte de un sistema perfectamente coordinado y, por tanto, colabora para lograr los objetivos. Además, esta es una profesión vocacional que aporta una verdadera felicidad cuando parte de este deseo de realización personal.
Acompañamiento y apoyo
Incluso cuando dos pacientes tienen un mismo diagnóstico médico, cada uno vive su realidad desde unas circunstancias concretas y particulares. El apoyo emocional es muy importante para quien se siente tan vulnerable. Este acompañamiento no solo puede proceder del cariño de los amigos y familiares cercanos. Los profesionales de la salud también aplican la inteligencia emocional en su trabajo diario. Ponen en práctica la amabilidad, la paciencia, la asertividad, el optimismo, las habilidades sociales, la amabilidad y la empatía.
Por ello, el auxiliar de enfermería refuerza la resiliencia del paciente con esta presencia consciente. Si este profesional ha observado algún dato que ha llamado su atención en el último día, informará al médico o la enfermera sobre esa cuestión. Este perfil colabora constantemente con el equipo para lograr un mismo fin: ofrecer una excelente atención al paciente en su proceso de recuperación. Este es el contexto en el que se enmarca su labor diaria. Una de las cualidades que debe cultivar este trabajador es la capacidad de la escucha. El paciente necesita sentirse escuchado porque, desde el punto de vista humano, puede experimentar dudas, miedos o incertidumbre. Y la escucha calma y alivia las preocupaciones.
Algunas personas deciden continuar con sus estudios después de haber obtenido el Título de Auxiliar de Enfermería. Y estas son algunas de las funciones que realiza este profesional que trabaja con tanta dedicación en el campo de la salud.