El arte es un concepto que adquiere múltiples perspectivas creativas por medio de las que los artistas imprimen su huella en su obra. El trabajo artístico va más allá la inspiración o de la búsqueda de una idea original. La formación es esencial para alimentar el talento y las cualidades innatas. Bellas Artes es uno de los itinerarios más demandados por aquellos profesionales que quieren trabajar en el sector artístico. ¿Y qué se estudia en Bellas Artes? Lo comentamos en Formación y Estudios.
1. Pintura
La pintura es una de las expresiones artísticas más representativas a lo largo de la historia. El valor cultural de una obra enriquece el mundo interior del ser humano. Galerías de arte y museos programan actividades y exposiciones en torno a diferentes estilos. La innovación es permanente en el trabajo creativo. El profesional juega con los colores, las combinaciones, las texturas y la perspectiva.
2. Expresión estética
El valor de una obra es incalculable. Hay que tener en cuenta que una creación se redescubre desde múltiples puntos de vista. Cada espectador encuentra un significado y una interpretación en detalles concretos de la creación realizada. Es decir, experimenta emociones estéticas que se producen en el encuentro directo con la belleza trascendente.
Una expresión de belleza, que se percibe como un fin en sí mismo, eleva el bienestar emocional. Por ello, el arte no solo es un vehículo para representar la realidad, sino también, el mundo interior. Un artista puede exteriorizar emociones, sentimientos e ideas por medio de su trabajo. A través de su legado comparte su propia voz con el público.
3. Corrientes artísticas
Los grandes escritores no solo sienten pasión por la escritura, sino también por la lectura de otras fuentes. Del mismo modo, aquellos profesionales que trabajan en el sector artístico, también se alimentan con las referencias de otras corrientes históricas. Durante el periodo formativo, el alumno descubre cuáles son las características más representativas de cada corriente, en qué contexto se ha desarrollado, qué obras más destacadas son un reflejo de esa propuesta.
Es decir, el alumno adquiere una visión holística para identificar los rasgos característicos de una corriente en las obras que observa a su alrededor. Dichas corrientes artísticas no solo hacen referencia a la pintura, sino también a la escultura y la fotografía. El alumno adquiere una formación completa. Pero al finalizar sus estudios puede especializarse en un campo en concreto.
4. Experimentación
El proceso creativo no solo se enriquece con la formación teórica que aporta las bases necesarias para desarrollar un proyecto. Aunque la experimentación es determinante para adquirir una visión práctica. A través del proceso creativo, el autor identifica sus fortalezas, educa su propio gusto personal, identifica otros obstáculos que necesita superar y se marca objetivos realistas. El proceso de experimentación es constante a lo largo de la carrera artística. De hecho, es clave para innovar y explorar nuevas opciones.
5. Nuevas formas de creación
El alumno que estudia Bellas Artes obtiene una visión general del mundo del arte. Descubre cuáles son las técnicas clásicas que siguen presentes en nuestro tiempo. Pero también se adentra en nuevas fórmulas de creación que están vinculadas con el uso de la tecnología. El videoarte es un ejemplo de ello y se posiciona como un valor en el mundo artístico. También profundiza en torno a la imagen digital.
Por tanto, el alumno adquiere un amplio catálogo de competencias, habilidades y destrezas para elaborar productos artísticos con nombre propio. El dibujo y la restauración también ocupan un lugar destacado en el proceso formativo. Si quieres saber qué se estudia en Bellas Artes, consulta con detenimiento el programa completo de aquellas universidades que imparten el Grado.