Antes de hacer tu matrícula en un curso de formación, es recomendable que te tomes tu tiempo para conocer en profundidad la propuesta de valor del programa. Generalmente, el título es ese factor que llama la atención en un primer momento. Pero también es necesario consultar el temario para conocer su estructura interna y qué cuestiones aborda. ¿Y cuál es la duración del curso? La extensión del programa puede ayudarte a poner en perspectiva si esa propuesta de formación se adapta a tus expectativas y necesidaes a largo plazo. Finalmente, conviene recordar que hay otro dato que puedes valorar: ¿Es un curso homologado o carece de este distintivo? En el primer caso, tiene un reconocimiento oficial. Es el tipo de formación que conviene integrar en el currículum profesional.
Lo más importante del curso realizado es el aprendizaje adquirido durante el proceso. Es decir, la formación es verdaderamente vivencial y personal. Cada alumno extrae su propia perspectiva del itinerario que ha completado. Pero existe un documento que acredita el cumplimiento de los objetivos alcanzados: un título con validez oficial que es reconocido en el mercado laboral. Las empresas valoran positivamente esa información cuando contratan a nuevos talentos. Por ello, si quieres actualizar tu currículum para presentarte a nuevos procesos de selección, prioriza especialmente aquellos cursos homologados que has realizado recientemente de forma presencial u online.
Los cursos homologados tienen un reconocimiento oficial
¿Significa eso que todos los cursos en los que participes deben contar con este reconocimiento educativo? Antes de realizar tu matrícula, reflexiona sobre tu objetivo final. Imagina que quieres participar en una experiencia de formación con el deseo de disfrutar de un plan de ocio en tu tiempo libre. Tal vez quieres ampliar tus conocimientos en un tema específico, pero ese propósito no está motivado por un interés profesional.
En ese caso, no es imprescindible que el curso en el que participes esté homologado. Tampoco es una condición indispensable que todos los cursos que realices por una motivación profesional estén acreditados de esta forma. Aunque, en ese caso, sí es muy recomendable. De este modo, el título cuenta con un reconocimiento oficial y es valorado de forma muy positiva por las empresas. Ten en cuenta que eso quiere decir que la propuesta está respaldada por una institución de prestigio.
Los cursos homologados también pueden influir positivamente en una oposición
Por ejemplo, si en algún momento participas en un proceso de oposición, los cursos homologados pueden influir positivamente en la puntuación. Por el contrario, aquellos que no lo estén no pueden integrarse como mérito durante el proceso. Más allá del título final, cualquier proyecto de formación requiere de constancia, esfuerzo, motivación, disciplina y horas de estudio. Por este motivo, un curso homologado es especialmente significativo por aquello que representa en las oposiciones y en la búsqueda activa de empleo.
Si quieres hacer un curso homologado, es muy importante que consultes cualquier duda para aclarar ese dato antes de hacer tu inscripción en el programa. La homologación es sinónimo de calidad y credibilidad. Una excelencia que se percibe en la metodología utilizada, en la estructura del curso y en la experiencia formativa del alumno. Que un programa no cuente con este distintivo no implica que esa propuesta no tenga la calidad deseada. Sin embargo, si quieres que esa formación sea reconocida en el mercado laboral, conviene priorizar la otra opción. Así como es recomendable elegir esa alternativa cuando te encuentras en la fase de crear un currículum atractivo. Cuando hayas realizado cursos de todo tipo, podrás priorizar aquellos que son más relevantes en relación con el puesto al que te presentas.