La lectura de un contenido se alinea con distintos posibles objetivos. La lectura recreativa, por ejemplo, muestra la importancia de la diversión y el entretenimiento. La lectura potencia el acceso a diferentes temas que pueden ser argumentados por medio de reflexiones y datos objetivos. En Formación y Estudios profundizamos en torno a qué es un texto argumentativo y cuáles son las principales características que lo describen.
Índice
1. Introducción de un texto argumentativo
La introducción del texto contextualiza el tema a tratar. Es decir, introduce al lector en la cuestión principal: aquella que se va a convertir en el objeto de la propia argumentación y análisis. Sin embargo, la realización de ese ejercicio se lleva a cabo a partir de una justificación previa. Es decir, es habitual que en la introducción se detallen algunos datos iniciales, hipótesis y premisas que establecen las bases del comentario posterior.
2. Una secuencia de ideas perfectamente encadenadas
Generalmente, la comprensión de un texto argumentativo requiere de un proceso de varias relecturas. De este modo, es posible captar matices que quizá pasen desapercibidos en una primera aproximación al texto. Pues bien, el texto argumentativo presenta una estructura que se desvela por medio de la conexión de una enumeración de ideas principales y secundarias que están vinculadas entre sí.
En consecuencia, el lector avanza desde la introducción hasta la conclusión y, a través del proceso y la comprensión lectora, adquiere una visión general sobre el tema. Pero el tema es abordado desde un punto de vista: aquel que queda respaldado con datos, reflexiones y razonamientos que se detallan en el texto. Existen muchos objetivos que ofrecen diferentes ángulos y perspectivas. Pues bien, un texto argumentativo muestra una posición concreta. Puede defender una perspectiva y exponer las razones que justifican dicho criterio o, por el contrario, adoptar el enfoque opuesto.
3. Conclusión
El final de un texto argumentativo concluye con una síntesis del tema desarrollado. Pero no se limita a la enumeración de una lista de ideas ya expuestas en los párrafos previos. Utiliza una fórmula que, a modo de cierre, realza la calidad del texto analizado desde su perspectiva holística.
De hecho, el cierre de un contenido ocupa un lugar relevante. Su posición en el texto hace que se recuerde con más claridad que otras partes del hilo conductor. El texto argumentativo puede finalizar con una pregunta que apela de modo directo a la reflexión del lector.
4. Claridad
La calidad de un texto argumentativo depende en gran medida de la claridad con la que está estructurado. Y, también, del modo en el que el autor analiza el tema central. Incluso cuando el eje principal del escrito aborda un asunto complejo, la forma de exponerlo facilita la comprensión lectora.
5. Recursos utilizados en un texto argumentativo
Como comentamos, el texto argumentativo muestra un análisis detallado que se alinea con una secuencia de ideas que conducen hacia una conclusión definitiva. Una tesis que muestra una posición respecto al tema en cuestión. ¿Y qué recursos puede utilizar el autor para exponer su punto de vista? Por ejemplo, la enumeración de varias ideas.
Por otra parte, también puede citar el pensamiento o la opinión de profesionales especializados en ese campo. Existe otro recurso clave en la creación de un texto práctico: el ejemplo. En ese caso, debe ser concreto, específico y estar perfectamente conectado con el tema a tratar. El autor también puede establecer una comparación entre dos aspectos diferenciados, pero conectados. El escrito puede enriquecerse con otros recursos estilísticos como la metáfora.
Por tanto, cuando analices un texto argumentativo, no solo puedes profundizar en el enfoque, sino también en la estructura interna y en los recursos utilizados.
Sé el primero en comentar