El desarrollo de la carrera profesional puede orientarse en direcciones diferentes. La preparación de una oposición conecta con la expectativa de ser funcionario y obtener un empleo fijo a largo plazo. El emprendimiento de un negocio muestra la iniciativa de aquel profesional que impulsa una idea que produce un impacto positivo en la sociedad.
Otros profesionales buscan un empleo por cuenta ajena, es decir, desean colaborar con proyectos interesantes. Otros perfiles ofrecen sus servicios como autónomos. Experimentan las ventajas y desventajas de esta condición. A las diferentes opciones mencionadas también se suma la experiencia del profesional liberal que, con frecuencia, trabaja como autónomo o freelance.
¿Cuál es la característica principal de las profesiones liberales?
Las disciplinas que se integran en este grupo están directamente vinculadas con el conocimiento. Es decir, es un campo que está formado por profesionales formados, cualificados y competentes. Son perfiles que tienen un saber experto en un ámbito concreto. Por medio de una formación avanzada, el especialista tiene el saber hacer necesario para desempeñar tareas que están directamente relacionadas con su especialidad.
Previamente, hemos comentado que el profesional liberal se establece como autónomo o freelance. De este modo, ofrece sus servicios a aquellos clientes que demandan su asesoramiento. En definitiva, obtiene unos honorarios por el trabajo que lleva a cabo. Pero este concepto no queda integrado en la firma de un contrato tradicional en el que se especifica el salario mensual. El profesional liberal trabaja de forma independiente, por ello, su nivel de ingresos también varía de un mes a otro en función del nivel de actividad.
En algunos casos, existe un requisito que debe cumplir el profesional para desarrollar su carrera. Además de contar con la titulación necesaria para ser un especialista en un campo concreto, también es preciso formalizar la inscripción en el Colegio Profesional del entorno en el que la persona va a llevar a cabo su actividad.
¿Qué pilares son esenciales en el desarrollo de una profesión liberal?
La formación es clave puesto que, de este modo, el profesional puede respaldar su currículum con un título que tiene validez oficial. Ese título se convierte en una excelente carta de presentación, sin embargo, es habitual que el camino de la formación se prolongue hasta la jubilación. De este modo, el profesional amplía su preparación y actualiza sus conocimientos.
¿Cómo puede diferenciar su propuesta de valor un experto que trabaja como freelance o autónomo? En ese caso, es importante que cuide la relación con el cliente. Inspirar confianza es clave para establecer vínculos duraderos. Por ello, la confidencialidad es un principio esencial en la ética profesional.
En definitiva, un profesional de estas características pone en valor sus servicios. Y lleva a cabo una actividad económica que puede ser exitosa. Un abogado es uno de los ejemplos más claros de profesional liberal. Pero existen otros perfiles que se integran en la lista como el periodista o el arquitecto. Y, como puedes deducir a partir de las opciones presentadas, todas ellas tienen un aspecto en común: su alto valor intelectual. Cada perfil se ha formado antes de ofrecer sus servicios a los clientes.
Eso no significa que todos los titulados, a los que hemos hecho referencia, desarrollen una actividad económica como profesionales liberales (ten en cuenta que existen otras alternativas posibles en el mercado laboral). ¿Qué ventajas ofrece esta opción? La autonomía y la independencia en la realización de los proyectos. Es decir, puedes llegar a sentir que eres tu propio jefe. Algo que suele interpretarse como un beneficio, sin embargo, supone una gran responsabilidad en el trabajo diario y en el cumplimiento de los objetivos previstos.