De vez en cuando, los centros educativos y Universidades convocan excursiones gracias a las cuales tenemos la oportunidad de viajar a otros lugares, visitar museos o incluso ver cómo trabajan las empresas relacionadas con el sector en el que estamos inmiscuidos. Da igual el propósito, nuestro objetivo es clave: sacarle todo el provecho a estas salidas, ya de que de ellas podremos extraer algunas conclusiones muy interesantes.
Las excursiones no son más que actividades que nos permitirán aprender cosas nuevas, pero de otra forma: visitando las zonas que nos interesan. Ahí reside su principal atractivo, ya que podremos echarle un vistazo a aspectos que en muchas ocasiones nos parecerán completamente nuevos.
Por supuesto, no hay excursiones todos los días. En un mismo curso escolar, es posible que hagamos tres o cuatro. Las suficientes como para aprender nuevas cosas, pero sin alterar el ritmo de las clases. De todas formas, os animamos a que le comentéis a los profesores sobre visitar ciertos sitios. Si lo creen conveniente, incluso os ayudarán a ver la zona en mayor profundidad.
Para que os hagáis una idea, nosotros hemos hecho excursiones a monumentos, sitios de interés, mercados o incluso exposiciones que estaban en pie por tiempo limitado. Incluso, podríamos definir algunos lugares como muy divertidos, pero que igualmente nos enseñaban algo.
Sacarle provecho a las excursiones es muy fácil. Sólo tenemos que centrarnos un poquito en lo que vamos viendo y en lo que nos van explicando. Y estamos seguros de que después podréis aplicar todos los conocimientos a los exámenes que os vayan poniendo en clase.
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