Actualmente, existen numerosas ofertas de empleo que solicitan los servicios de profesionales que desarrollen el trabajo de un teleoperador. Este es un sector que, en ocasiones, se plantea como un plan B. Por ejemplo, puedes enfocar tu búsqueda en dicha dirección, pero sin perder de vista otro ámbito vocacional en el que quieres llegar a desarrollarte a largo plazo.
Otros muchos profesionales desean encontrar empleo como teleoperadores porque disfrutan con esta labor y se implican en la atención al cliente. En Formación y Estudios enumeramos seis habilidades para trabajar como teleoperador.
1. Capacidad de escucha
Cada conversación es diferente. La escucha es el ingrediente esencial que debe utilizar el teleoperador en su interacción con el interlocutor. Un profesional que atiende y escucha plenamente al otro, transmite un mayor nivel de cercanía. En definitiva, crea un contexto de confianza.
2. Capacidad para ejercitar la paciencia
Un buen teleoperador destaca por su disponibilidad para ayudar al cliente. Es decir, es un profesional cualificado que muestra su vocación de servicio al cliente por medio de la atención al detalle. Cada proceso de comunicación se enmarca en un contexto específico y tiene un objetivo determinado. Pues bien, es importante que el profesional sea paciente porque, en ocasiones, el ritmo de la conversación puede tardar más tiempo del esperado en llegar a término.
3. Proactividad en el trabajo
El teleoperador no adopta un papel reactivo en el transcurso de la conversación. De hecho, pone una atención especial en la información aportada por el interlocutor. Como ya hemos mencionado, muestra su vocación de servicio en su disposición para resolver una duda o solucionar una petición concreta. Por este motivo, es un profesional que actúa de forma proactiva en su puesto de empleo. ¿Cómo manifiesta esta capacidad en su comunicación con el cliente? Por ejemplo, realiza preguntas abiertas con el objetivo de ampliar los datos obtenidos hasta el momento.
4. Habilidades de inteligencia emocional
Un teleoperador atiende una amplia variedad de casos. Y es esencial que trate a cada persona como alguien único que merece atención, respeto y comprensión. Es importante que el profesional transmita calma y tranquilidad en cualquier circunstancia. De este modo, es un perfil que pone en práctica la inteligencia emocional en su puesto de empleo. Es decir, utiliza sus habilidades sociales, la comunicación asertiva y el acompañamiento emocional para conectar con cada persona a la que atiende.
5. Capacidad para trabajar por objetivos
Un teleoperador eficaz alimenta su motivación interna. Pero existe un factor que influye positivamente en su compromiso: el trabajo por objetivos. Es decir, el cumplimiento de una próxima meta aporta sentido a la labor desarrollada en el puesto de empleo. La visualización del siguiente objetivo eleva el nivel de resiliencia frente a los obstáculos que se presentan en el trabajo desarrollado. A la capacidad de trabajar por objetivos se suma, también, la disposición para formar un equipo. Y es que, los resultados alcanzados, con frecuencia, se contextualizan en el marco de un proyecto en el que participan otros compañeros.
6. Habilidades de comunicación
Si quieres llegar a trabajar como teleoperador, puedes ampliar tu formación en un tema en concreto: la comunicación. Es positivo aquello que dices cuando te diriges a un cliente. Pero también es importante el modo en el que transmites el mensaje. Por ello, un amplio dominio del lenguaje aporta recursos y herramientas para transmitir con claridad la idea principal.
Una excelente atención al cliente es positiva en cualquier empresa. Por ello, muchos negocios buscan a profesionales especializados en este sector. Todas las habilidades mencionadas influyen en la experiencia final del interlocutor (que realiza una valoración constructiva del proceso y de cómo se ha sentido durante la conversación).