El currículum es un documento clave en la búsqueda de oportunidades de trabajo. Por ello, la información que contiene pone el acento en los títulos académicos, los cursos realizados, los idiomas, las competencias profesionales, la trayectoria laboral… A veces, surgen dudas en torno a datos que parecen no encajar del todo en el hilo conductor de una presentación especializada.
Y, sin embargo, conviene indicar que las aficiones personales también tienen espacio en la redacción del currículum. Evidentemente, es recomendable seleccionar aquellos hobbies que pueden tener una conexión con los intereses profesionales, transmitir valores o mostrar un interés por la cultura. ¿Quieres encontrar ideas de hobbies para poner en un currículum?
1. La lectura: una propuesta muy recomendable
La lectura es uno de los hábitos que puede enriquecer un currículum en cualquier sector profesional. Es una práctica que alimenta la comprensión lectora, el aprendizaje personal, la constancia, el cuidado de la ortografía o las habilidades comunicativas. En consecuencia, produce beneficios que potencian el desarrollo personal y profesional.
2. Una actividad de voluntariado: transmite valores muy importantes para las empresas
En realidad, una actividad de voluntariado es mucho más que un hobby. Es una iniciativa que muestra un compromiso personal ante un objetivo solidario que persigue el bien común. Sin embargo, es habitual que los profesionales tengan dudas en torno a la posibilidad de añadir información sobre aquellas actividades de voluntariado que han llevado a cabo. Pues bien, la decisión final en torno a la posibilidad de añadir esa información es totalmente libre y personal. Pero una experiencia de voluntariado transmite valores que pueden ser muy valorados por las empresas.
3. ¿Tienes un blog?
Un blog puede formar parte de un proyecto profesional. Sin embargo, también es habitual que este comience como una afición personal. Una afición que refleja el interés por la escritura o el deseo de profundizar en un tema en concreto. Por otra parte, es una experiencia que refleja el nivel de constancia que mantiene un autor cuando consigue publicar novedades con un buen nivel de frecuencia. El blog es uno de los medios utilizados, pero, en realidad, también puedes integrar otros ejemplos. Por ejemplo, si te encanta publicar contenido creativo en una red social, puedes valorar la posibilidad de integrar dicha información en el currículum.
4. Un deporte individual o de equipo
Antes de poner un hobby en el currículum, reflexiona sobre qué información aporta a quien lee esa información. Por ejemplo, analiza qué valores comunica esa actividad. Un deporte puede reflejar el trabajo en equipo, la constancia, la competitividad positiva, la superación personal, la humildad, el compañerismo…
5. Arte, una excelente propuesta
Vivimos en un momento en el que la tecnología es tan importante que, por supuesto, también tiene su reflejo en la elaboración de un currículum que profundiza en las competencias tecnológicas. Sin embargo, las aficiones personales reflejan el componente humano. Pues bien, la perspectiva humanista también es visible en el interés por el arte y en aquellas actividades que giran en torno a un universo tan creativo. Existen diferentes aficiones que se alinean directamente con el desarrollo de una faceta artística como, por ejemplo, la pintura, el dibujo, la fotografía, la ilustración…
6. Música: solfeo, canto o tocar un instrumento
Tal vez formes parte de un grupo de canto coral. A lo mejor asistes a clases de solfeo, te encanta la música clásica o tocas el piano desde hace varios años. Como puedes observar, aquellas aficiones que tienen una perspectiva cultural son especialmente interesantes en este contexto.
Al añadir un hobby en el currículum es importante que, ante todo, te sientas cómodo con la idea de sumar esa información en un documento profesional.