Aunque no lo parezca, en clase somos observados por el resto, y -principalmente- por los profesores. La postura que adoptamos, hacia dónde enfocamos la mirada, nuestra capacidad de reacción ante cualquier pregunta, etc., dan debida cuenta de lo concentrados o no que estamos en las materias que se imparten en el aula. Por supuesto que cada asignatura es diferente, y algunas ciertamente se nos «atraviesan», por lo que nuestra capacidad de escucha puede mermar. No obstante, muchas veces, estar más volcado en cooperar para que cada clase sea instructiva y efectiva solo depende de algunas actitudes, pequeños gestos que pueden obrar el milagro de que estemos más entregados a la causa.
Consejos útiles para mejorar la atención en clase
A continuación, te presentamos una serie de consejos muy útiles que puedes comenzar a poner en práctica desde ahora. Estos no solo te ayudarán a superar las distracciones, sino que también mejorarán tu rendimiento académico y aprovecharán al máximo el tiempo que pasas en clase.
- Aíslate de la vida exterior. Cuando acudes a clase, nada de lo que ocurre en tu vida cotidiana debe afectarte. Aleja cualquier pensamiento que no guarde relación con tu actividad en clase, deja tu mente «en blanco» de todo cuanto no sea realmente necesario para centrar tu atención en lo que verdaderamente importa.
- Sé activo/a. Cuando el profesor explica, recurre a veces a hablar de forma continuada, sin pausas, entendiendo con ello que toda la materia está siendo perfectamente entendida. Si bien no se trata de ralentizar en exceso el ritmo del resto, interrumpe para hacer preguntas sobre algo que no te haya quedado claro, ya que si lo dejas pasar más tarde te será sumamente difícil de retomar en una clase más avanzada.
- Cuida tu estado anímico. La fase del estudio es tediosa y, a veces, aburrida, por lo que si no te encuentras muy animado, tu concentración puede disminuir. Todo el mundo tiene «un mal día», por lo que no debes angustiarte si eso te ocurre. Piensa en positivo.
- Mejora tu postura al sentarte. Oblígate a permanecer recto en la silla; dejarte caer predispone a relajarte en demasía.
- Deja objetos innecesarios para otro momento. En el aula, ni el móvil ni cualquier otro artilugio en las manos es imprescindible, ya que solo consigue distraerte.
- Aprende a «escuchar». Escuchar y oír, aunque parecen términos sinónimos, no lo son. Escuchar supone entender y procesar lo que se oye. Al principio puede ser complicado, pero con práctica, puedes percibir y comprender mucho mejor lo que se está diciendo.
Cómo aumentar la motivación para prestar atención en clase
Uno de los aspectos fundamentales para mantener la atención en clase es tener una buena dosis de motivación. Esto está directamente relacionado con la energía que tengas para prestar atención y aprender. Aquí te contamos algunas maneras de potenciar esa motivación:
- Encuentra tu propósito en cada clase. En algunas materias puede resultar difícil encontrar un interés inmediato, pero establecer metas, incluso pequeñas, te ayudará a mantener el foco. Pregúntate: ¿cómo puede este conocimiento mejorarme?
- Establece un sistema de recompensas. Las recompensas no tienen que ser grandes ni costosas. Pueden ser momentos de descanso, salidas con amigos o cualquier ocio que disfrutes. Lo importante es que sepas que tras un esfuerzo en clase viene algo gratificante.
- Divide las tareas complejas. Si tienes una clase o temática particularmente difícil, el truco está en dividirla en partes más pequeñas y manejables.
La clave de la motivación es poder ver el largo plazo y cómo la inversión de hoy en día puede dar frutos en el futuro. Recuerda, cada concepto que asimiles hoy te facilitará el trabajo en el futuro.
Cómo eliminar distracciones externas e internas
Las distracciones son el mayor enemigo para la atención. A continuación, te propongo algunas ideas prácticas para evitar caer en estas trampas:
- Minimiza las distracciones del entorno. Organiza tu escritorio de forma que solo tengas lo esencial. Elimina cualquier dispositivo o material que pueda generar ruido o desviarte de tu tarea principal.
- Practica la atención plena. La atención plena (el mindfulness) puede ayudarte a estar presente en el momento y descartar cualquier pensamiento o preocupación que perturbe tu atención. Ejercicios de respiración o meditación cortos pueden ser útiles antes de cada clase.
Además, es recomendable alternar momentos de máxima concentración con breves descansos. Según estudios, tras unos 20 minutos, nuestra atención tiende a descender significativamente, por lo que hacer breves pausas puede ser muy beneficioso.
Cómo mejorar el rendimiento mediante la escucha activa
Escuchar activamente no es lo mismo que simplemente oír lo que se dice en clase. Requiere estar realmente concentrado y comprometido con lo que el profesor está explicando. Aquí tienes algunos pasos para mejorar tu capacidad de escucha activa en clase:
- Haz preguntas. No esperes a que surjan dudas enormes. Las pequeñas preguntas ayudan a aclarar conceptos al instante.
- Toma notas de forma efectiva. No se trata de escribir todo lo que el profesor dice, sino captar las ideas clave y organizarlas de forma que te sea sencillo repasarlas más adelante.
- Participa en discusiones. Implicarte en el diálogo, dando tu opinión o reflexionando sobre lo que se está hablando, te ayudará a consolidar mejor lo que aprendes.
Técnicas posturales para mejorar la concentración
La postura también juega un papel importante a la hora de mantener la atención. Permanecer en una postura incorrecta puede predisponerte al cansancio e incluso a la pérdida de interés en lo que estás haciendo. Aquí te mostramos algunas técnicas posturales que puedes seguir:
- Sitúate en una postura erguida. Mantén una postura recta y relajada, con los hombros alineados y los pies apoyados en el suelo.
- Evita inclinarte demasiado. Evitar posturas como sentarse con la cabeza sobre el escritorio o estar demasiado inclinado hacia adelante te beneficiará.
- Toma descansos para moverte. Levántate, estírate y camina un poco durante las pausas. Esto ayudará a reducir la fatiga física y mental.
Recuerda que lo que percibes en clase determina en gran parte la cantidad de tiempo que pasarás estudiando más tarde para preparar exámenes. Llevar una materia bien aprendida desde el aula reducirá drásticamente el tiempo que emplees en repasarla más adelante, optimizando tus esfuerzos y mejorando tu éxito académico.