El puesto de empleo de socorrista es uno de los más demandados en verano. Por ello, muchos profesionales se forman para desempeñar este puesto de empleo durante las vacaciones. ¿Qué ventajas ofrece esta oportunidad?
1. Adquirir experiencia en un sector en crecimiento
Conviene puntualizar que el trabajo de socorrista evoluciona más allá de las vacaciones. Actualmente, muchas piscinas cubiertas requieren de profesionales especializados que cuiden la seguridad de quienes nadan en las instalaciones. Por ello, una primera experiencia estival puede ser clave para ampliar el currículum y acreditar las funciones realizadas en el cargo.
2. Cada día es totalmente diferente al anterior
Algunas personas buscan un empleo que esté acompañado por la ausencia de una rutina perfectamente marcada. La responsabilidad, el compromiso y la implicación del socorrista se manifiestan en todo momento. Sin embargo, las jornadas de trabajo no siguen el curso de una rutina perfectamente previsible.
Existen circunstancias que hacen que cada momento sea totalmente diferente al anterior. Y este hecho es una motivación para quienes tienen la expectativa de trabajar en un empleo que haga posible esta experiencia.
3. Aumenta la empleabilidad
El nivel de empleabilidad de los perfiles especializados aumenta porque, durante las vacaciones, pueblos y ciudades buscan socorristas. En consecuencia, este es un empleo que también puede propiciar la experiencia de un cambio de residencia durante el periodo estival.
Muchas personas buscan un trabajo de verano. Y el perfil de socorrista se enmarca perfectamente en los meses de julio, agosto y septiembre. Quizá este empleo estacional complemente otras responsabilidades que tienes a lo largo del año o, por el contrario, decidas centrarte en esta actividad.
4. Adquisición de habilidades blandas
Existen diversas habilidades que configuran un currículum profesional. El trabajo de socorrista requiere de conocimientos especializados. Pero, además, la excelencia personal también se pone de manifiesto en aquellas habilidades blandas que son positivas en cualquier puesto. El trabajo en equipo, y la capacidad de colaborar con el grupo, es un buen ejemplo de ello. Pues bien, el socorrista forma parte de un equipo que cumple una misión esencial en relación con la seguridad.
Por ello, deben quedar perfectamente delimitadas las tareas y funciones de cada uno. Son muchas las habilidades que el socorrista ejercita en su trabajo diario. La inteligencia emocional es muy importante en este contexto. Así lo ponen de manifiesto la escucha activa, la gestión del estrés, la proactividad, la comunicación asertiva, la empatía y la conexión con el presente. El aprendizaje de estas habilidades enriquece el equipaje de aquel que, al final del verano, pone en perspectiva su evolución personal.
5. Proteger la seguridad de las personas
El verano es una de las estaciones más felices y esperadas del año. Muchas personas esperan con impaciencia el merecido descanso que se contextualiza en este tiempo. Los planes de playa y piscina son habituales en este periodo. El trabajo de socorrista influye positivamente en la vida de los demás porque está directamente relacionado con una necesidad básica como la seguridad. Una misión que aporta un significado importante al puesto de empleo, desde el punto de vista humano. Conviene puntualizar que la felicidad durante las vacaciones está perfectamente alineada con la seguridad y el bienestar. El socorrista desempeña un rol proactivo, y muestra su mejor versión en su puesto de empleo.
Trabajar como socorrista en verano es uno de los objetivos profesionales que tantas personas se marcan en este tiempo. La visión de esta experiencia profesional siempre es individual y concreta. Sin embargo, son numerosas las ventajas que puedes encontrar en esta propuesta de desarrollo laboral. Por tanto, si trabajas como socorrista vas a descubrir que cada día es diferente al anterior.