Es frecuente que alumnos de colegios, institutos y universidades tengan que realizar en algún momento un trabajo escrito. Este tipo de trabajo es especialmente frecuente en materias de literatura, historia o filosofía. El primer requisito al realizar un trabajo escrito es tomar como guía constante el tema. Por esta razón, elige un título atractivo que se contextualice en el marco de esa materia.
Consejos para hacer un buen trabajo
Además, antes de comenzar a escribir tienes que documentarte sobre el tema del que vas a investigar. Por ejemplo, busca información en enciclopedias, libros especializados en la biblioteca y también, a través de internet. Pero nunca cometas el error de convertir tu trabajo en un «corta-pega». Tu trabajo es tuyo, tiene tu autoría. Por tanto, aporta tu propio toque personal.
Cuando comiences a investigar, ten un cuaderno siempre a mano para realizar anotaciones de las ideas principales. También puedes fotocopiar algunas de las páginas que contienen contenido de valor. De este modo, podrás subrayar las ideas principales en la fotocopia.
Además, al realizar un trabajo escrito, también puedes valorar otras formas de obtener información. Por ejemplo, realizar una entrevista a un experto. O incluso, buscar noticias relacionadas con el tema que han sido publicadas en periódicos y revistas.
Prioriza la calidad del texto, más allá de las palabras. No te condiciones de forma anticipada respecto de la extensión del trabajo. Para estructurar tu trabajo utiliza subtítulos. Y además, es aconsejable escribir párrafos de una extensión aproximada de cinco o seis líneas. Tu trabajo escrito debe tener un guión, como si fuese un índice que, aunque además de que finalmente estará integrado en el trabajo final, te sirve a ti para seguir una dirección concreta en tu investigación. El índice es especialmente recomendable en los trabajos largos.
Es recomendable que tu trabajo tenga un espacio equitativo en cada sección. Utiliza una amplia riqueza de sinónimos y antónimos para evitar repetir los mismo términos. Además, relee tu trabajo en tres ocasiones para corregir posibles erratas, hacer cambios y corregir faltas de ortografía. Es fundamental que priorices la sencillez en la estructura gramatical formando oraciones de sujeto, verbo y predicado.
Cierra tu trabajo con un apartado de conclusiones. Un resumen de aquellas ideas principales que quieres resaltar a modo de cierre.