Una de las técnicas que suelo utilizar para obtener grandes resultados (y aunque parezca que no funciona bastante bien) es hacer el rol de profesora (o profesor) cuando estudiamos.
Se trata de ver qué tan bien hemos aprendido las cosas para saber si somos capaces de transmitir ese conocimiento a otras personas. En realidad no tiene por qué haber otras personas, podemos estar hablando con la misma pared, pero la convicción que nosotros tengamos sobre lo que estamos explicando es lo que nos debe ayudar.
Para ello necesitamos una pizarra de modo que vayamos anotando una especie de esquemas en ella a modo de no perdernos. A partir de ese esquema desarrollamos los temas que nos estamos aprendiendo de modo que, al decirlo en voz alta, nuestra mente asimila mucho mejor los conocimientos y se consiguen grandes resultados.
Después, lo único que tenemos que hacer es recordar esas situaciones para que el conocimiento fluya.
Sé el primero en comentar