No hay duda de que, si queremos estudiar en condiciones, tendremos que llevar a cabo una gran cantidad de procesos. Deberemos estar concentrados, con la cabeza en su sitio, sin distracciones y, por supuesto, con todo el material colocado adecuadamente. Pero no bastante con eso: será recomendable tener los apuntes en limpio y bien redactados. ¿Demasiados requisitos? Pues preparaos, ya que se ha descubierto que entra en juego otro factor: la postura corporal.
Según parece (y tal y como han descubierto científicos de la Universidad de Indiana), existe una intensa relación entre la postura corporal, la adquisición de conocimientos y el desarrollo de la memoria a largo plazo. En otras palabras, si queremos hacerlo todo bien, tendremos que controlar incluso la manera en que nos colocamos.
¿Y por qué sucede esto? Básicamente porque, según cómo tengamos colocado el cuerpo, los pensamientos, palabras y conocimientos se adquirirán de una u otra forma. De esta forma, si nos colocamos mal también habrá más posibilidades de que aprendamos mal. Interesante ¿verdad? Pero cierto.
La cuestión que tenemos ahora en la cabeza es la manera en que nos deberíamos colocar o sentar. Pues bien, tenéis que saber que sería conveniente hacerlo con la espalda casi completamente recta, irguiéndola sólo levemente. No deberíais tener mayores problemas.
Es cierto que, en el caso de que ya estéis acostumbrados a sentaros de una determinada forma, hacerlo de otra será algo que os costará. De todas formas, ya sabéis que es vuestro bien y que, con un poco de esfuerzo, podéis llegar a lograr esta meta.