La asistencia a clases durante la universidad es muy importante. Durante aquellos días que tengas que ausentarte en el aula por algún motivo puedes pedir apuntes a un compañero para continuar con el repaso. Las clases constituyen un espacio muy importante para el aprendizaje. En Formación y Estudios te damos cinco buenas razones para acudir a clase como un hábito.
1. Aprendizaje en grupo
Durante el tiempo de clase, puedes aprender de las dudas de otros compañeros que plantean sus preguntas al profesor. Además, en torno al aula también puedes fortalecer los vínculos de compañerismo con otros alumnos de clase. Del mismo modo, otros alumnos también pueden aprender a partir de tu propia participación cuando compartes tus aportaciones y planteas tus dudas.
Además, tanto el momento previo a la clase como los minutos posteriores también te permiten intercambiar información con otros compañeros. Como estudiante, incrementas tu resiliencia ante las posibles dificultades del proceso de aprendizaje al contar con el apoyo del entorno.
El profesor de cada asignatura acompaña a los alumnos durante este proceso de aprendizaje en la universidad. Algunos profesores son grandes mentores.
2. Hábito de estudio
Las técnicas de estudio, la comprensión lectora, la realización de ejercicios, la lectura, el repaso, la asistencia a la biblioteca forman parte de la rutina de un estudiante. Sin embargo, el trabajo individual que un alumno realiza después de clase se completa desde la referencia previa del tiempo de clase que constituye un núcleo fundamental para tener un seguimiento actualizado de la materia. Por tanto, llegar con puntualidad al aula es importante.
Asistir a clase y cumplir con el calendario de estudio también muestra el compromiso del alumno en su propio propósito de aprendizaje.
3. Tomar apuntes
Aunque puedes pedirle a un compañero que te preste los apuntes para repasar en aquellos días en los que no has asistido a clase, es mejor que estudies de tus propias anotaciones. Por tanto, durante el tiempo de clase puedes escribir tus apuntes. Estás familiarizado con tu propia letra y esto favorece la lectura durante el repaso. Pero, además, la escritura manual durante la clase también incrementa la concentración.
Cada proceso de aprendizaje es totalmente personalizado. Y los apuntes también son un reflejo de la esencia personal del alumno. Por ejemplo, tú puedes crear tus propias abreviaturas comprendiendo después qué es aquello que quisiste expresar.
4. Gestión del tiempo
El ciclo académico está formado por un número de cursos. Sin embargo, la medida del tiempo trasciende a este dato. Por ejemplo, la asistencia a clase muestra una actitud proactiva en la gestión del calendario. La asistencia a clase mejora la gestión del tiempo porque a posteriori podrás aprovechar mejor el espacio dedicado al estudio en la preparación de los exámenes. El tiempo de clases es una base que te ayuda constantemente.
5. Aprender de grandes profesores
La etapa académica tiene principio y final. Sin embargo, los recuerdos de esta etapa académica perduran siempre. La asistencia a clase forma parte de la vida en el campus, así como la participación en la agenda cultural. Por medio de la asistencia a clase puedes aprender de grandes docentes. Profesores que están inmersos en un proceso de aprendizaje constante al participar en proyectos y tareas de investigación. Docentes que, en muchos casos, son totalmente vocacionales.
Por tanto, la asistencia a clase es muy importante. Puedes elaborar tu propia lista de motivos por los que consideras que esta rutina es positiva. Tal vez no en todos los casos, pero sí en la mayoría de las asignaturas.