¿Te gusta el mundo de la comunicación y sueñas con trabajar en la televisión? En ese caso, es posible que en alguna ocasión te hayas observado a ti mismo a través del ejemplo de otros profesionales a los que admiras por su naturalidad, espontaneidad y capacidad de comunicación. En Formación y Estudios compartimos 6 habilidades para trabajar como presentador de televisión.
1. Trabajo en equipo
Un presentador es el rostro visible del programa en el que colabora. Es decir, su imagen está directamente vinculada con el proyecto. Sin embargo, el formato sería inviable sin la colaboración y la participación de un equipo más amplio que está integrado por perfiles con funciones complementarias. Por esta razón, un buen presentador es aquel que destaca por su capacidad para trabajar en equipo y dar valor a las tareas que desarrollan los demás.
2. Capacidad de improvisación
Un programa de televisión no se desarrolla desde la improvisación constante. De hecho, hay una selección de contenidos y un hilo conductor que da forma al proyecto. Sin embargo, más allá de la perspectiva de la planificación, también pueden surgir imprevistos. Especialmente, cuando se trata de un programa en directo que pone el acento en las novedades de última hora. En ese caso, la capacidad de improvisación es clave en algunos momentos para avanzar con el programa más allá del guion inicial.
3. Seguridad para hablar en público
Hablar en público es una experiencia que produce sensaciones diversas. Algunas personas experimentan temor al sentirse especialmente expuestas ante la mirada de los demás. Sin embargo, es una habilidad que resulta esencial en muchos puestos de empleo. Y el trabajo de presentador de televisión es un ejemplo de ello puesto que, a través de la pequeña pantalla, establece un contacto directo con los espectadores que están en sus casas.
4. Dominio del lenguaje corporal
Un profesional que quiere trabajar como presentador puede orientarse hacia diferentes ámbitos. El mundo de la radio es otro ejemplo de ello. Sin embargo, conviene señalar que la televisión tiene unas características muy concretas. Es un medio muy visual en el que la comunicación no solo pone el acento en la voz, sino también en los gestos y el lenguaje corporal. Por esta razón, es importante que el profesional tenga un buen dominio del mensaje que transmite por medio de su propio cuerpo para que exista una coherencia entre este plano y la palabra.
5. Aprendizaje continuo
Actualmente, cualquier sector cambia y se transforma con la irrupción de nuevas tendencias, nuevas maneras de hacer las cosas y otros recursos. Una innovación que también se materializa en el ámbito de la televisión. Por esta razón, más allá de la formación que habilita a un profesional para trabajar en la tele, es importante que tenga motivación e interés para seguir ampliando su conocimiento y su experiencia.
6. Capacidad de observación
Como hemos comentado, la capacidad de aprender es clave para un presentador que quiere ser su mejor versión y que no se queda estancado en su zona de comodidad. Actualmente, hay cursos especializados en comunicación que proporcionan habilidades, conocimientos, competencias y recursos clave para tener un mejor dominio del lenguaje verbal y corporal. Sin embargo, la capacidad de aprender parte de la propia disposición para adoptar hábitos y rutinas que propician la evolución personal.
Por ejemplo, es recomendable que un presentador de televisión que quiere trabajar en un espacio de actualidad lea todos los días diferentes periódicos para conocer las noticias. Del mismo modo, es esencial que tenga capacidad de observación para aprender de los aciertos de otros profesionales y evitar posibles errores.
¿Te gustaría trabajar como presentador de televisión? En ese caso, observa el trabajo de aquellos profesionales a los que admiras en diferentes medios y canales.