Con el inicio de un nuevo curso llega el momento de afrontar nuevas pruebas. Cada examen es diferente. No solo por el contenido, sino también, por la propia situación personal del protagonista. Existen distintos factores, por ejemplo, la preparación previa o el nivel de comprensión del tema. ¿Cómo hacer un buen examen? La realización del mismo comienza con anterioridad a ese momento por medio del estudio previo. Y este plan de estudio también estará alineado con las características del tipo de examen. ¿Cómo hacer un buen examen de contenidos a desarrollar?
1. Puntualidad
Llegar con tiempo de anticipación al lugar del examen te ayuda a comenzar este momento sin la sensación de intranquilidad que puede experimentar quien llega deprisa por el puro efecto de la posible impuntualidad. Desde el punto de vista emocional, este es uno de los aspectos más importantes para hacer un buen examen. Por tanto, para llegar con puntualidad al lugar previsto del examen, planifica también el inicio del día. Por ejemplo, prepara el material que necesitas llevar en el día del examen.
Este es un buen momento para concentrarte en el presente. Es decir, este es un momento para ocuparte de aquello que depende de ti, en lugar de centrarte en aquello que hubieses podido hacer y no hiciste. Tal vez, dedicar más tiempo de estudio a este examen.
2. Comprensión lectora
Lee con detenimiento el contenido de los distintos puntos del examen para tener una visión de la prueba. De este modo, puedes identificar qué respuestas conoces y en qué apartados tienes dudas. Comienza a realizar el examen desarrollando la respuesta de aquellos apartados cuya información conoces. Si tienes alguna duda en relación con alguno de los apartados, pregunta al profesor sobre esta cuestión.
En este momento inicial del examen escribe tu nombre en el examen en el apartado correspondiente. Esta identificación es esencial, sin embargo, a veces este espacio puede quedar vacío como consecuencia de un despiste.
3. Gestión del tiempo
Es importante que hagas un seguimiento del tiempo durante todo el examen para poner en relación los ejercicios a desarrollar con el propio margen de tiempo disponible. En este cálculo del tiempo, ten en cuenta también el margen necesario para realizar una revisión final antes de entregar el folio al profesor.
Por ello, el consejo de empezar el examen por aquellas preguntas cuya respuesta conoces también está en relación con la propia gestión del tiempo. De este modo, avanzas en el objetivo de la prueba y reservas para el momento final aquellos cuestiones que te resultan más difícil.
4. Repaso
Incluso aunque tengas la certeza de haber hecho un buen examen, tómate el tiempo necesario para realizar esta revisión final. Por ejemplo, lee con detenimiento el contenido del texto para corregir posibles errores ortográficos. Si tienes dudas sobre cómo se escribe algún término, utiliza un concepto sinónimo. Realiza esta labor de repaso con pausa y con detenimiento. Esta tarea de repaso puede ser esencial para corregir posibles tildes.
5. Evita la repetición de términos
En aquellos exámenes de contenido a desarrollar no solo es importante que te centres en el contenido de la información, sino también en la forma de expresarla. Por ejemplo, enriquece el texto con una variedad de sinónimos y antónimos para evitar repetir habitualmente las mismas palabras.
Por tanto, para hacer un buen examen, intenta centrarte en este momento. No te anticipes a cuál será la nota del mismo (es decir, no te anticipes al futuro).