Para estudiar rápido y bien es importante que el proceso no esté condicionado por la prisa o la urgencia. Es decir, debes invertir el tiempo necesario para aprender los contenidos del temario. Una planificación realista se convierte en la estrategia perfecta para lograr los objetivos académicos. ¿Cómo estudiar rápido y bien para un examen? A continuación te damos algunas claves.
1. Evita los ladrones de tiempo
Las distracciones que pueden interferir en la concentración son elevadas. ¿Cuáles son los obstáculos que afrontas habitualmente? Identifica esos ladrones de tiempo para reducir su nivel de impacto. Por ejemplo, si tienes dificultades para concentrarte en casa, acude a la biblioteca. Si consultas el móvil con frecuencia, no tengas el teléfono sobre el escritorio. Si tienes un recado pendiente e importante, finalízalo antes de ponerte a estudiar.
2. Selecciona las técnicas de estudio que más te ayuden
Algunos alumnos se sienten más cómodos con herramientas que tienen un componente visual. Por ejemplo, utilizan tarjetas didácticas, mapas conceptuales o esquemas. ¿Te ayudan especialmente las técnicas que alimentan la memoria de tipo auditivo? En ese caso, ejercita la lectura en voz alta.
Para estudiar de forma consciente no solo tienes que concentrarte en los objetivos académicos. Es importante que te conozcas bien en el ámbito del estudio. De este modo, puedes seleccionar aquellas herramientas que están alineadas con tus fortalezas.
3. Identifica tus momentos de máxima energía
Como hemos comentado en el punto previo, es importante que alimentes el autoconocimiento. Pues bien, cada ser humano tiene unas circunstancias específicas. Algunos alumnos se sienten especialmente motivados a primera hora de la mañana mientras que otros se concentran mejor durante la tarde. ¿Cuál es el momento del día en el que te sientes más preparado para el estudio de los temas más complejos? Es un momento en el que necesitas estar descansado.
4. Repasa
El repaso es una de las tareas esenciales para comprender mejor lo aprendido y afianzar el aprendizaje de nuevos términos. Utiliza los esquemas o los resúmenes para realizar esta labor. Es recomendable que estudies a partir de tus propias anotaciones y apuntes
Es decir, aunque quizá tengas un compañero que te ha prestado una información perfectamente estructurada, el proceso de estudio es personal. Y cuando te implicas en la utilización de diferentes técnicas, profundizas en el contenido que quieres analizar.
5. Resuelve las dudas cuanto antes
El proceso de estudio clarifica algunas preguntas pero también plantea otros interrogantes. Es importante que no se acumulen las dudas. De lo contrario, aumenta el desconocimiento y la dificultad para entender cuestiones más complejas. Por tanto, aprovecha el tiempo de clase para consultar las preguntas sobre la asignatura. La explicación del docente es valiosa para toda la clase. Ten en cuenta que otros alumnos pueden tener dudas similares a las tuyas.
6. Consulta las palabras que desconoces en un diccionario
El diccionario es una de las herramientas que puedes utilizar durante el proceso de estudio. Es habitual que el alumno encuentre términos que desconoce. Y, en ese caso, es recomendable clarificar el significado. En ocasiones, puedes deducir el sentido de una palabra a través del contexto en el que se enmarca. La utilización del diccionario es esencial para mejorar la comprensión lectora. Y la comprensión lectora es clave para estudiar las materias de letras y de ciencias.
Es importante que, como estudiante, adoptes un papel proactivo en el tiempo de estudio. Es decir, toma la iniciativa y desarrolla tu autonomía. No te limites a ocupar un rol reactivo. ¿Cómo estudiar rápido y bien para un examen? También puedes contar con la ayuda de un profesor particular. Un profesional especializado puede darte las claves para reforzar hábitos positivos.